domingo, 27 de diciembre de 2009

poesias 2008-2009

Invierno

Frío,
se pasan los días,
entre horas hogareñas.

Lluvia,
cae desde el cielo
y desde las lágrimas.

Rocío
matutino, que riega
todas las plantas pequeñas.

Abrigado y obligado
a pasar días encerrado,
sobrio, tumbado;

sobre pensamientos ricos
para cerrar el año.
Lo único tierno

del hielo del averno,
es el frescor
y el aire puro del invierno.

Recuerdos

Un recuerdo
¿Es algo que se tiene
o es algo que se ha perdido?

Es un trozo de vida
¿Que se quiere borrar
o se quiere colorear?

Una casualidad
¿Refleja el pasado
o recuerda al futuro?

Una causalidad
¿Del libre albedrío
o de la decisión propia?

Puede que una pesadilla
¿Sea tan real
o sea tan ficticia?

Puede que una fantasía
¿Sea tan normal
o sea tan fingida?

Quizás, las especias de la vida
¿sean los momentos que parecen
propios de los cuentos?

Érase un Mus

Érase un mus
que se jugaba en Padua.

Érase una vida
llena de sentimientos.

Ahora, siguen sin aquellos
otros, que son nuevos.

Los del aquí y ahora
que con buenas nuevas, nos llenan

por dentro y por fuera.
Es una gran certeza.

Érase un mus
que se jugaba en el barrio.

Érase una familia
que viajaban desde el patio.

Ahora, cada uno con su historia
pone cartas en la mesa

para seguir jugando, creciendo,
como Erasmo de Rótterdam.

Galicia

Irte a Galicia
es compartir más que esa provincia

compartir con gente de esos lares
es como vivir allí.

Si por allí sales,
ten cuidado con el licor café

disfruta de su gusto
mantén su sabor y estarás despierto.

Emborráchate, píllate un pedo,
pero, será hipotecar una noche al olvido.

Así que mejor, date un respiro
en Riazor y si hace calor, mejor.

Prueba el Albairiño, y disfruta
de las farolas que disparan tiros

y en la noche de San Juan
salta en la hoguera aunque no esté

probable será, que disfrutes más
con las personas que con el lugar.

Pruebas

Un juego,
una prueba.
Sin saber,

siento
que me hablas.
No sólo

con sonidos.
También
tus palabras.

Son versos,
letras
y su sentido.

Comparto
el aire
que se mueve

aquí contigo.
Quizás
un sentimiento nuevo

compartir
lo que decimos.
Que no sean

palabras vacías.
Que no proyectemos
en el otro

el toro del destino.

Ansiedad

Ansiedad
vas y vienes
¿Qué es lo que quieres?

Me llenas de miedos
y me siento fatal por dentro
pero ¿Qué es lo que he hecho?

¡Decir las cosas claras!
¡Hablar desde el corazón!
hacernos claros ante la razón:

las piedras no saltan de la mochila
las tendrás que tirar,
o te pesaran toda la vida.

Nunca más, seremos
tan jóvenes
como antes.

Aunque,
la experiencia de saber
de lo vivido

es un gran amigo.
El mismo
al que ahora escribo.

En momentos, brotan los miedos.
Estas palabras que lees,
se basan en ellos.

Éstos que ahora tengo,
no dicen nada,
sólo quieren sacarte de mí.

Las mariposas
en el estómago
vuelven

y no se porqué,
llegan a la cabeza
vuelan, vuelan y se van.

Al escribir estas líneas
no pienso lo que digo
sólo escribo, y el miedo se va.

Lo que quiero conseguir
no se si son agobios o prisas
es, por lo menos, canalizar esta calma-ira.

Así el teclado sufre mis miedos
y tú que los lees, te entretienes
al ver que hay otros

como tú, como yo
que sienten
con el corazón

la vida, y escriben
para que se vaya la ira
y también, esta ansiedad.

Que no se Escapen los Gatos

De nuevo,
en la calzada.
Calzado, servido y vivo.

Viudo de vicios perversos
de palabras vacías,
de silencios grotescos.

Ahora, hay un sentimiento
en el pensamiento:
palabras llanas, sin acento.

Sorteo risas,
sin número previo.
Narro citas de grandes elementos.

Las caras duras,
rechazan a los esperpentos
nacidos de tormentos de esperma y agua.

Se hincha la boca
entre sonrisas plácidas.
Para la tristeza: bofetadas.

Nacen esdrújulas
de las cópulas de mímica y carcajada,
al reírse de grandísimas bobadas.

¡Espera!
¿Qué es lo que digo?
¡Me aburro cuando escribo esto!

¡Ah. Ya lo tengo!
De paseo por la calzada
empecé a escribir esto

y entre tanta saga
de tanto tonto en amalgama
desconecto del aquí y ahora:

Estar por estar,
cuidando
que no se escapen los gatos.

Ron Lala

Risa
la boca llena de alegría.

Carcajada
los dientes sacan tajada.

Jolgorio
el que se monta en el auditorio.

Hilaridad
vale más que la seriedad.

Respiración entrecortada
al escuchar fluir la salvajada.

Algarabía
desde esta noche hasta el mediodía.

Algazara
la que montan en la grada.

Estruendo
recorre todas las tablas ¡Estupendo!

Alboroto
que sea otro perrito piloto.

Ironía humorística.
¡De la comedia son la Cábala!

Marimorena
la que están montando. ¡Que buena!

Bullicio
el del buenrollismo. ¡Que vicio!

Aplauso
desde ahora, no cae en desuso.

Gracias
por esta gran velada.

Bebe Ron Lala, y a ritmo de tango
disfrutarás, de lo bueno que es el teatro.

Desde el Cielo

Que nada te borre la sonrisa
pero por momentos, no puedo
mirar a la muerte que llega
y que nada la puede parar.

Para llevarse un alma amiga
un alma de la familia
un alma santa y viva
su energía, se transformará.

Decir a los niños que me voy al cielo
que desde allí, los veré todos los días
que desde allí, los cuidaré para que jueguen tranquilos
y velaré, para que se cumplan sus sueños dulces de caramelo.

Que nada te borre la sonrisa
pero por momentos no puedo
ver que te vas y que sólo me queda resignarme
en el recuerdo de que te llevo dentro.

De que ya no estarás, pero si en estos versos
que hablan de ti y de lo que significas para mí.
Ver que te vas, pero que te quedas
en cada corazón que está cerca de ti.

Ahora, antes o después nos pasa factura la vida
y a todos nos llega la hora en esta villa.
Igual que a ti y a mi, nos llagara en su día
ni pronto ni tarde, llegará sin algarabía.

Que nada te borre la sonrisa
pero que pena me da saber que te vas,
que quieres hacerlo, que no tienes ganas de más.
Queda el cariño de tus nietos, sus besos tiernos.

Se me caen las lágrimas, al ver lo dura que es la perdida
y si dijera que también hay alegría
por saber que algo queda de lo que se va
es mentira, porque saber que te vas, es que te vas.

Pero, nos queda el consuelo a los tuyos, a los niestros
de que nos ves, que nos contemplas en la tierra y en suelo
que aunque no lo crea, creo lo que tú bien dices:
os veo desde el cielo.

La Cajita de Vida

Mi niña mi encanto
siempre te canto
como un hechicero loco
al que tú has embrujado.

A mis dedos los das vida
corren por este teclado
y en mi corazón,
más notas que nunca
jugando juntas

corriendo por compases:
fusas semifusas
negras y blancas,
en compases ternarios,
binarios,
canciones raras.

Fluyen al unísono
todas bailando juntas
al mismo son.
Forman
la cajita de la vida
de mi corazón.
Borrachera de Emociones
No te olvido
sigues aquí conmigo
oculta bajo mi pecho.

Mi enemigo:
el miedo
a crecer y no saber
a donde torcer.

Mi destino:
mi camino.
No sé
hacia donde voy.

Te siento
aunque dentro
de mi...
se emborrachan
mis emociones.

Te siento
aunque dentro
de ti...
se emborrachan
tus emociones.

Ambas
buscando compartirse
juntas
como una misma emoción.

Miedo

Miedo
a crecer de nuevo
pero di sí,
seguiremos

porque la alegría
y la felicidad
siempre dan vida
allá por donde van.

Recuerdo de otras lágrimas
que no sabían igual.
Verás más
a través de una lágrima

que de un telescopio.
Lo propio es:
que te haga reflexionar
como las canciones buenas

que revientan el miedo
y lo sacan al fuego.
Me meto en un trance
y mi inconsciente se libera

dejando aflorar mi alma.
Tipo raro, pero genial
con miedo a ser vivaz
a buscar seguridad

sin saber improvisar.
Al final, lo aprendí.
Mucho me costó
vivir aquí y ahora.

Emociones fuertes
después de dos días intensos
que me vuelven preso
del beso de una musa

que llega un poco intrusa
de la causa justa de la vida
que viene y se va, constante
en todo instante de este trance.

Seguiremos
di sí,
a crecer de nuevo
sin miedo.

Sinestación

No tiene sangre
lo que ocurre contigo.
Das marcha al reloj de la tierra
mientras el cielo se mira el ombligo.

No tiene ritmo
lo que ocurre contigo.
Eres melodía pura en el aire
para que escuches y sonrías.

Primavera, verano,
Otoño e invierno.
Lo que ocurre contigo
no tiene nombre.
Todo el año, vemos el daño
que hace el pasar de los dias.

¡No!.Tiene hambre
el que corre contigo.
Quiere descubrir el fuego
y crecer con mucho miedo.

¡No!. Tiene el hombre
que andar libre contigo.
Fluir como el río, ser agua
de la vida creativa y sacra.

Música

Música, portento.
Hace temblar lo que toca,
quema, vuela y salta:
Quinto elemento.
Hace temblar las emociones
como los terremotos la tierra.

Los parques, son opera
mientras que el trafico, es rock-metal.
La montaña y natura, sinfonías clásicas
y las noches de fiesta, house-comercial.

Si quieres sentirlo, anda por la calle
pensando ser un silencio.
Escucha las demás notas que suenan
déjate llevar por lo que en ti muevan.

Música, portento.
Hace temblar lo que toca,
quema, vuela y salta:
Quinto elemento.
Quema como el fuego,sin verlo.

Hay barrios flamencos
también hiphoperos.
Los hay indies, gotics, emos y poperos
mods, funks, punks y ochenteros.

Las calles, son trozos
del pentagrama de la vida
donde, suena una sirena,
una bronca de alguna hiena
llantos de los que comen pena
y alegría del que tienen la cartera llena.

Música, portento.
Hace temblar lo que toca,
quema, vuela y salta:
Quinto elemento.
Viaja por el aire, invisible.

Hay barrios jazzeros,
tambien blueseros.
Hay de freestylers, deejays , crooners y verbeneros
triunfitos, solistas, folks, y timbaleros.

La melodía, suena en la vida
con sus silencios, compases, tresillos,
andantes, forte e intrigantes.
Letras, juegos de notas, ritmos
sollozos y fusas confusas como chiquillos.

Música, portento.
Hace temblar lo que toca,
quema, vuela y salta:
Quinto elemento.
Hace brotar lágrimas
cristalinas como el agua.

Pero bueno, en esta ciudad de la vida
hay muchas notas ¿no? ¿Cuántos barrios hay?
Los que tu quieras, pero debes
pararte a escuchar.

También lo podrás ver
no sera un papel donde ver melodías.
Será el papel de tu vida,
cuando por fin te decidas
empezar a tocar música.

Otoño

Se caen las hojas de tristeza,
ya nacerán las de alegría.
Suenan los pasos al andar sobre ellas
hacen melodías en el jardín de la vida.

En principio, por estos días
o puede que en junio o febrero.
No se sabe en que tiempo estamos,
porque vivimos aletargados.

No hay mal, que por bien no venga
con esto del calentamiento global.
Puedes bañarte en el mar de Octubre
sin estar en un punto meridional.

Cuatro, siguen siendo las estaciones
más no coinciden con los meses del año.
Año y estaciones, cansados de convivir
se han enfadado, se han separado.

Zascandil

Zascandil soy
cuando bebo y juego
con las palabras.
Tanto,
que no paro de crear
y me brotan las ideas
como los pies al andar.

Zascandil soy.
Escribo,
en soledad creativa
ya sea
a la agonía, al miedo
a la alegría o a la piedad.
A las estaciones, a los elementos
a la alquimia o a la morriña.
Todo ello,
me hace andar
un camino
de números y letras
también de notas y música.
De todo lo que sea crear.

Zascandil soy
cuando bebo y juego
con las palabras.
Y,
al sacar afuera
lo que hay dentro
y escucharlo,
cuando sopla el viento
o con tu voz al resonar
con la lluvia y el temporal.

Zascandil soy.
Llenan,
tus susurros, el silencio.
Pero no hay más que despertar
para ver que
tanto monta monta tanto
la cara dura del esperanto
que me hace poner este adelanto
zascandileando, tocando
las teclas a la vida.

Zascandil soy.
Creo,
que he cogido la melodía
que me lleva en la vida
como en el pentagrama
sin sabor a drama.
Soy un alma melómana
adictómana a la palabra.
Y al sentimiento
que produce dentro
decir,
sentir,
zascandil.

Los Planetas

Podemos volar por los planetas.
Ser dos motas en el espacio
que despacio,
el no-viento interestelar
nos pueda llevar
como taxi espacial.

Incluso coger la Voyager
o la New Horizon,
ver lo insignificante
de nuestro mundo
y contarlo a la afición:
¡Ved nuestro planeta
con perspectiva distante!

¿Quieres volar por los planetas?
¿Cual prefieres?

Me mola Júpiter
y de Saturno sus anillos.
¿Saltamos de uno a otro
y nos hacemos meteoritos?

Desde la Tormenta del grande
hasta el hielo del segundo.
Podemos bailar y danzar.
Gritar: ¡Patinaje artístico!

¿Que me dices de Mercurio?
Podríamos pesar 20 kilos.
Ser trozos de ADN
pasearnos como dos hilos.

Me encanta Marte.
Podríamos jugar en sus satélites:
Deimos y Fobos. Miedo y Terror.
¡No!. Prefiero mucho más amarte.

En Neptuno estaríamos
como Pedro por su casa.
Poco agua y mucha guasa,
eso a los piscis nos basta.

Venus me aburre
el día dura más que el año.
Allí podríamos parar el tiempo.
¿Prefieres volar sobre su verano?

Aunque Urano… ¡lo prefiero!
Como en aquel, vives al revés.
De Oeste a Este sale el Sol
y casi te caes de su órbita.

En Plutón,
no percibiríamos casi el sol.
Sin saber si estamos
en un planeta o no.

¿Y si pasamos por el aro?
Mejor: ¡Por Kuiper y su cinturón!
Podríamos encontrar el Planeta X
y en Caronte, ver en el horizonte el sol.

Si pudiera llegar hasta allí…
¡Me encantaría!
Aún así, me quedo en la Tierra
porque adoro tu compañía.

Piscis Hippies

Silencios envueltos
en pergaminos del pensamiento.
Recuerdos que afloran
como la luz de la mañana.
Sentimientos que reverdecen
el jardín de mi alma.
Momentos únicos
que me hacen nacer de nuevo.

Palabras brotan
entre nuestros cuerpos en movimiento.
Notas danzan y suenan
cuando nuestros ojos se cruzan.
Se sonrojan
los pomos de la puerta y lo átomos del aire
al mover el balón
que hay entre tu puerta y la mía.

Podemos ver partidos sin jugadores
conciertos en estadios vacíos
entrar en bares llenos de nadie
escuchar comentarios sin sentido.
Podemos ser Romeo y Julieta
o los últimos Adán y Eva
comentaristas de la vida
personas que andan sin prisa.

También podríamos ser
dos piscis hippies
en un mar de cordura
no sin su aparente locura.
Más veces, la que nos envuelve
y nos rodea de agua podrida.
Palabras y veneno de la gente
que no vive su propia vida.

Letras Cursivas

Trae de nuevo el aire
las lágrimas de pena
por no conseguir
lo que de mi se espera.

Pero dentro de mi
algo desespera
por seguir a contra corriente
soy un salmón-sincopa
que salta entre la gente.

Nado en el río de mi vida
donde otros ven agonía
sólo percibo alegría.
Es mi locura-cuerda
quizás esquizofrenia.

Es un rumbo sin norte
que me lleva al horizonte.
mis ojos me engañan
aunque dentro, lo siento
anda algo roto el mundo.

Aunque, veo lo contento
que a veces está. Hasta salta
y deja de llorar, porque
por dentro se ha quedado mudo.

Se acabaron las expectativas
de lo que esta bien y lo que te anima
de lo que esta mal y mata al ánima
Se acabaron las letras cursivas.

El Secreto del Prado

Hola,
soy Iñigo Montoya.
Tu mataste
a mi madre Sor olla.
Prepárate
a morir en Camboya.

Te intoxicarás
con un sándwich de cebolla.
por las patas cojas
de una gran centolla
y atragantado con agua
del manantial Bezoya.

Todo empezó
porque se me fue la olla
viendo las pinturas negras
y los cuadros de Goya.
Tanto,
que andando sobre el mar
me comí una boya
que creo que la pintó Sorolla.

Descubrí,
un secreto que te arrolla.
Escondido en el museo de Prado
tiré de una argolla
y vi un fresco donde,
cerca de una gran secuoya
las tres gracias de Rubens
a Velázquez,
le besaron su nariz criolla.

Ventanas del Alma

Te digo cosas bonitas
porque te quiero
decir lo que siento
en todo momento.
No me canso de repetir
que cosa más bonita veo

Porque eres guapa
por dentro y por fuera.
Desde que he conocido
lo que llevas dentro
me he vuelto fiero
en eludir lo que no quiero.

Abrir por completo
de nuevo, las ventanas del alma.
Con cuidado, que no se caigan
los cristales de nuevo al suelo.

Y si se cayeran
volvería a cogerlos
porque nunca a nadie
le di mi yo más sincero.

Conocerte día a dia
con toda la vida por delante
y tenerte al alcance
darte un beso en la mano.
Compartir otro atardecer
y otra mañana
con tu olor en mi regazo.

Aire

Abre bien las ventanas
incluso las de alma
que entre bien el aire
que lo depure con la calma.

Aire que se eleva
se mueve a cualquier parte
hace sentir su vuelo
te lleva lejos del suelo.

Cuando es fuerte
trae ciclones y tornados
Mezclado con la tormenta
gira siempre de lado.

Aire que limpia
cuando llena por dentro
los pulmones se hinchan
y sacan fuera los miedos.

Si no está, nada se mueve
no se recicla el entorno
se acaba el oxigeno
y la vida se evapora.

Aire que marca
la veleta del alma
mueve solo lo frágil
y te lleva a Samarcanda.

Cuando es frío
más pesa, y abajo se queda.
Mientras el caliente
se eleva, se eleva y se va.

Aire que acaricia
la cara y el cuerpo
no se ve, pero se siente
más que los otros elementos.

Las Campanas de la Alegría

Voy a hacer sonar de nuevo
las campanas de alegría
que mi corazón, de nuevo
escriba con un verso y un beso
al amanecer de cada día.

Que suenen
por todo lo alto las notas.
Que salga
el sonido de metal
bronceado por el cobre.
Que una sonrisa inunde
cada habitación del alma pobre.

Viva la melodía de la vida
resuene en el aire
la felicidad de estos dedos.
Que los pies anden por el cielo
sin levantarlos del suelo.

No sonaran
por cumplirse lo que se esperaba.
Sino, por comprender de una vez
el tesoro del noventa y nueve.

Sóngrimas

Caen lágrimas, que de nuevo
traen melodías en los dedos
soy la sombra de luz de una vela
que es mi fiel compañera.

Palabras sinceras que no suenan
aunque resuenan dentro de ti
que las lees y las sientes
espero que como tu yo sincero.

Momentos tiernos, agridulces
que me entristecen
a la vez que me liberan
dejan la mierda en la tierra.

Por pensar en lo que hace sentir
los temblores de una sonrisa
olvidé lo buena que es la risa
y lo que te hace despertar.

Sólo las canciones que resuenan
dentro de mi, son las que me llenan.
Son las que me dicen ven
y su sentir, me darán la salvación.

Porque el que canta, su mal espanta.
Yo lo espanto como el manco de Lepanto
y aunque la lluvia venga con mi mal canto
levanto el espíritu de algún alcornoque.

El Dado

El dado
de la vida
trae seises
y montañas rusas
de geisers.

Trae cuatros y doses
que alaban por pares
a los dioses.

El cinco viene
y la grandeza
se entretiene.

El dado
de la vida,
si te trae el uno
la tristeza
del infortunio.

Quedate en el tres
es el punto medio
donde mejor lo ves.

A

Ahora empiezo contigo, siempre la primera
eres majestuosa, también mandas las vocales.
Eres grande señora, una de las más leales
todas las demás compiten, estar a tu vera.

Naces en Ávila, más pereces en Formentera
apareces y andas en compañías astrales
con Álvaro sales y abres algunos portales
incluso algunos iluminas con luz y cera.

El doctor y el olvido te llaman a menudo
muchas más todavía: el miedo, la furia y el dolor
sorpresa, fiasco, llanto, y asco al pescado muy crudo.

A veces, cantas y saltas, más la que no pudo
cerrar la boca al lanzar el sostenido sopor
de un sonido así de profundo y tan poco rudo.

Recuerdos de Tic Tac

Hoy me preguntaba por ti
el viento decía que me llamabas
que no pensaba en ti
que te recordara.

Te llevo dentro
aunque algo me dice
que debo seguir mi camino
preocuparme por mi destino.

La piel se me eriza
un escalofrío
recorre mi espalda
y el cuerpo se extraña.

Compartirme en otro momento
te recuerdo y te llevo dentro
a veces me pregunto
el porqué de este lamento.

Solo un tic tac
sonido del silencio
que me calma y me renueva
otra vez en este momento.

Armaduras

Mirar con perspectiva
a nuestro presente como pasado
nos permitirá poder ver
que el ser humano sigue anclado.

A protegerse del medio
cubriendo su cuerpo
con elementos compuestos
para la batalla del mercado.

Sigue habiendo guerras
pero no con tantas espadas
sino de consumismo, conspiración
capitalismo y colonización.

Trozos de cuerpo externos
que nos cuidan y protegen
volver a la edad media
con pensamiento cibernético.

Facilitan y hacen cómoda la vida
de malos golpes también defienden.
Ocurre que otras veces, las más bellas
nos golpean y hasta provocan muertes.

Hace 500 años eran de bronce y metal
ahora de caucho, acero y cristal
ocupan mucho mas que el cuerpo
y nos hacen movernos poco lentos.

Las hay de muchos colores y gamas
dentro, el aire se puede acondicionar
ahora son tan grandes las medidas
que dentro, se pueden compartir las damas.

A través de ellas, podemos ver muy bien
y a veces, en la cabeza hace falta casco.
Podemos estar muy cómodos sentados
guiando con las manos, hasta 200 caballos.

Mar Taj-Aahala

Un barco sin fijo rumbo
pone destino Alejandría
buscando sentido a la vida
viaja por el Mar Taj-Aahala.

El Aire y la brisa soplan
la vela del barco llevan
importante es el viaje, y no tanto,
la sorpresa por llegar a Tierra.

el Sol guía hacia el Norte
recorriendo de Este a Oeste
rodeados de Agua sin peste
desde el Sur hasta el horizonte.

Un aroma salado, perfuma el momento
que invita a respirar, a pulmón abierto.
Mientras en la cara, redobla el viento
acariciando, como el Fuego del desierto.

En el viaje, apareció de repente
una sirena de cuerpo entero.
Con una sonrisa y un parpadeo
hizo aparecer de nuevo
mariposas vivas en mi seno.

Musa del Presente

Ojos verdes que me pierden
nariz dulce de porcelana
labios finos de palabras
perfil griego que enloquece.

Pelo negro que baila
jotas en su frente
figura fina y delicada
para el corazón, Delicatessen.

Manos finas y cuidadas
suaves como el viento
una caricia fugaz
un anochecer despierto.

Recorren su cuerpo
piernas largas y preciosas nalgas
bellas montañas en su pecho
y entre ambas, un corazón muy hecho.

Todo eso por fuera y por dentro,
habita un portento de alma
que vive, sonríe y hace correr
fluida y libre la sangre con calma.

Su Psique enamora,
salta y hace aparecer
una sonrisa en la boca
felicidad debe ser.

Con sílabas y gestos
bailan deseos perpetuos
de caricias y besos
para su mente y su cuerpo.

Cerebro que inspira
y que hace conocer
cada idea y cada parte,
desde el alba hasta el anochecer.

Verano

El tiempo se enlentece
los relojes se derriten
el calor inunda
y la piel se dora.

Refresca con sabor
un despertar matutino
bajo un manto de estrellas
en mañanas de verano.

El espacio se expande
metros que se hacen grandes
el viento sopla
y la piel se dora.

Los días son largos
las noches se acortan
la melena se suelta
en tardes de verano.

Musica suena
en cada boca de sirena
en cada paso adelante
vida plena constante.

Novaera

Primavera.
Aire.
Alegría.
Renacer.

Verano.
Fuego.
Rabia.
Crecer.

Otoño.
Agua.
Tristeza.
Envejecer.

Invierno.
Tierra.
Miedo.
Morir.

Miedo a la Libertad

Curro, carros y cigarros.
Lluvia, nieve y reencuentro.
Calma.
Se fue el miedo.

Aunque por momentos
me pregunto a donde voy.
No saber hacia donde giro
me preocupa,
a la vez que tengo
miedo a la libertad.

Siempre hay luz en las estrellas
y con ellas,se guían los viajeros.
Pero, por el día,
el Sol es nuestro guía.
La más grande y más bella
que entre nubes y senderos
a veces se esconde
porque quiere estar solo.

Curro, carros y cigarros.
Sol, viento y reencuentro.
Calma
se fue el miedo.

Aunque por momentos
miro a los lados.
Sé donde estoy.
Sé hacia donde giro.
No me preocupo.
No tengo
miedo a la libertad.

Al final
siempre amanece
una sonrisa en mi boca
y mi memoria
me abraza
de recuerdos tiernos.

Siete Vientos

Esto es lo que quería
compartirme conmigo
aprender de nuevo
ser como un niño.

Preocuparme primero por mí
ver hasta donde llego
creerme lo que soy
y abrazar a los demás luego.

Confianza busco.
Sólo la encontraré en calma
Solo la encontraré en la cama
Para compartirla con otra alma.

Quizás la tuya que me espera
quizás la tuve entera.
Abracé a mi media naranja
y sueño con recuperarla.

Ese que tanto habla
cuando tiene que decir, habla.
Ese que tanto calla
cuando tiene que escuchar, calla.

Tic tac suena mi conciencia
ding dong suena mi corazón
tilín hacen mis puertas
para abrir mi mansión.

La que lleva
a todas las ideas.
Donde no vive el miedo.
Aparecen siete vientos
y no se llevan
nada puesto.

Pensamientos

Solo pensamientos
que recuerdan a ti
una compañía genial,
un beso especial.

Ningún amor muere
sólo cambia su lugar
en la memoria.
Hasta que te conocí
y mi memoria dejo de llorar
por no recordar y vivir
un sueño sin fin.

Dentro de esta vida loca
que a veces se equivoca
el pensar uno, que controla
lo que pasa en el mundo.

Pienso en ti y suspiro
por conocerte día a día
de seguir teniendo miedo
para darme cuenta de que frena.

Sigue el no camino
como borde de línea.
Alguna frase
que dijo algún genio.
Ser consciente
de mi mismo
Hacerme claro
frente al espejo.

Melodía en mis dedos
para decirte lo que siento
clases de guitarra
para desnudarme por completo.

Cuando pienso en ti
lo hago también en mí,
en el mundo y en el universo
en los elementos compuestos
y en el infinito mundo preso.

Yo Zar

Adios
bueno
cielo:
¡Dios!

Ennio
freno
Galeno
hilo.

Jota:
kilo
mota,

nota
osito
pota.

Quirón
reno
seno
¡tirón!

Urbión
veneno
weno
Xenón.

Yo:
Zar.

Fuego

Fuego
el Sol repleto de Helio
da fogonazos de ego.
Tu cercanía calienta
aunque cuidado, que quema.

Fuego
quema el oxigeno
purifican las llamas
que arden y hacen sonar
la madera que baila.

Lumbre anaranjada
que sale desde el infierno
pasan por la tierra
para llegar hasta el cielo.

Con el fuego
marcha para siempre
el hedor podrido
queda la esencia pura.

Fuego
tras de ti cenizas y viento
dejas sereno al mundo entero.
De lejos el humo se ve más,
que de cerca las llamas.

Fuego
frente a los ojos del ciego
estará el planeta entero.
No sabrá apreciar
que con el tacto, lo puede tocar.

Lágrimas de San Lorenzo

Dicen que las lágrimas de San Lorenzo
son la mayor lluvia de estrellas
no hay que esperar a mitad de Agosto
para ver a la mayor de todas ellas.

Quizás en Junio
baje el Sol para alumbrar.
Cantará una melodía sacra
que sienta bien al paladar.

Mucho más que un lugar
es el corazón, un hogar.
Es un planeta entero
una mañana despistada.

Dicen que las palabras
muestran sentimientos
aunque en momentos
eres tu la que me hablas.

Sentiuno

A través del Sol,
conocerás el día, y tu cuerpo se dorará como el oro.
Relucirá tu espíritu con la riqueza de un tesoro.

A través del Viento,
sabrás quien eres cuando remueva tus cabellos.
Simplemente, sabrás que, eres tú.

A través de la Luna,
conocerás la noche, que iluminada por tu aura,
te hará brillar delante de ella.

A través de Venus,
podrás ser el lucero del alba queriendo ser una estrella.
Mira al Este al amanecer y acunarás los sueños en primavera.

A través de las Sombras del Cosmos,
podrás ver quién eres. Un alma lleno de espíritu por despertar,
con temor a ser descubierto por alguien.

A través de tu Alma,
comprenderás que eres así, una belleza interior
que ni siquiera tú conoces, que ni siquiera yo conozco.

Sentidos

A través de tus ojos,
puedo ver la infinidad de estrellas que hay en el firmamento.
Sólo una vez los vi mojados, aunque eso no rompe su belleza.
El mar siempre es húmedo y es precioso.

A través de tus oídos,
me gustaría oír los cánticos que oyes por las noches en silencio.
Esas voces que te hablan y cantan por ti canciones que sólo tú conoces.

A través de tus manos,
siento felicidad y alegría al tenerte junto a mí.
Ese tacto tan fino que hace que seas así.

A través de tu nariz,
me gustaría oler tus pensamientos, tus deseos para poder complacerlos
sabiendo que sólo soy para ti.

A través de tu cuello,
dejaría caer mi sangre para que fluyera dentro de ti
para que me tengas siempre, como la savia dentro del árbol.

A través de tus labios,
escaparía hacia el interior de tu ser, conociendo cada rincón,
cada esquina, besando cada parte desconocida.

La Isla Árida

No quiero
hablar por hablar
Quiero
que mis palabras
salgan por si solas.
El silencio
me incomoda
porque mis diablos
hablan de mi.

De cerca
te conviertes en otra persona.
Tus ojos
me hacen nacer de nuevo.
Tu mirada
me consuela a cada segundo
que se convierte en hora.

Cada noche contigo
me conozco más a mi mismo.
con tu compañía
cada momento me renueva
por dentro y por fuera.

Cada lágrima contigo
me libera.
Miedos y culpas vuelan
cada suspiro a tu lado
es más que mil palabras.

No quiero
darte mis miedos.
Quiero
que los conozcas.
que me ayudes
a ayudarme.
Que salga
de esta agonía.

Me hace sentir mejor
sólo pensar en ti.

Nada más Importa

Nunca olvidarás lo deseos
un recuerdo inamovible
revive y es razón de ser.

Imagina otra vida,
aunque no podrás vivirla.
Mala suerte, mala vida
el destino lo hizo así.

¿Pondrás tus deseos junto a mí?
Organiza tus caprichos y
nunca digas nunca. Jamás.

Entiende por que digo
siempre estarás conmigo.
Algún día sabrás que
cogiste lo más justo.

Inocencia e ingenuidad
estarán siempre allí.
Nada más importa.

La Cuerda

Si tensas mucho la cuerda
se romperá
si aprietas poco la cuerda
no sonará.

Encontrar el punto medio
has de hallar
sacar la nota justa,
te hará vibrar.

Todo empeora antes de mejorar
como la cuerda recién comprada
rota por no encontrar, la tensión justa.
La próxima vez será.

Si encuentras la nota
en el camino perdida
vibrarás con ella,
serás uno con la vida.

Tierra

Tierra
que gira y que deja
pisarse y destrozarse
hasta que se levante
y nos mande a otra parte.

Tierra
¿Que nos queda? si te matamos
y nosotros falseamos la verdad:
No te sabemos cuidar.

Encierra en un símbolo,
una cruz dentro de un círculo.
Abre bien lo ojos, concéntrate y reza
a Dios, Buda, a la Natura, Alá o Satán
para que salgan los males de la Tierra
y crezca esperanza y compasión.

Que con pasión, la vida crezca sana
las cosas empeoran antes de mejorar
debemos caminar por el camino medio
con amor, alegría, cariño y amistad
la Tierra sanará, será Santa y salvada será.

Tierra
¿Nos querrás cuando
todo cambie y la humanidad
la vida escancie?

Tierra
ponnos en pie de guerra
por defender tu sangre
que en nuestra era
te matamos siendo cobardes.

Sinmiedo

Miro de nuevo
a ojos conocidos
que renuevan
por dentro.
Ya no son palabras
son hechos.

Un poco de locura
en la rutina del día.
Contigo y sin ti
la vida continua.

Como la distancia
hace el olvido
de otros días
en los que vivías
con la natura.

Ahora se fue
la presencia de tus versos.
El hablar dialecto
me hace ver
la vida en directo.

Un poco de cordura
en la noche y su rutina.
Contigo y sin ti
la vida continua.

El dolor
ya no se evalúa
no hay palabras vacías.
¿No? Que grande púa.

Retorno

Vuelvo de nuevo
a las andadas
sin saber donde
están las cataratas.

Sigo el curso del río
a veces seguro y con frío.
Otras buscando calor
color, música y sonido.

No sólo de recuerdos
vive la vida
también de encuentros
pal´ que viva.

El que no sabe mirar adentro
poco encontrará afuera.
Si una playa y su albufera
pero no hablará con el viento.

Si. Hablo contigo
porque me inspiras
y sabes lo que digo.
A ver que nos depara
el día de mañana.

Agua

A veces trae inundaciones
el barro tira las casas
la tierra se mancha
y la vida se ahoga.

Otras tantas sequías
con calor y agonía
el aire no corta la sed
y la vida se asfixia.

Incluso también se estanca
y termina podrida
un olor apestoso
que marca la guarida.

Agua que vuelve al mar
vapor que va al cielo
gotas que llueven de nuevo
son ríos al retornar.

Son muchas más las veces
que fluye por la ruta.
El agua como la vida
transparente e impoluta.

El mismo río, fluye tranquilo
nunca con la misma agua
se renueva siendo él mismo
como la vida y su ciclo.

Dos hidrógenos y un oxigeno
Como los padres de un hijo
tres formas: gas sólido o líquido
que nos da la vida. Que bueno.

Pioggia e Gioia

Pioggia pioggia pioggia
non solo nella terra
anche nel cuore
di persone alla sera.

Ne freddo ne caldo
trema trema trema
le occhi nelle nubole
godere il cielo crema.

Lontano anche vicino
il tempo ti prende la mano
vai piano piano piano
e arriverai sano e lontano.

Il pasato via è andato
il futuro non si sa
il presente qui con te
gioia gioia gioia sará.

Taranta

Me encanta cuando hablas
porque tus palabras
son besos de agua.

Me encanta cuando callas
porque tu compañía
habla por ti.

Me encanta cuando me coges
porque sin caerme
me alzo con más goce.

Me encanta cuando cantas
porque tus melodías
son santas.

Me encanta cuando susurras
porque el mundo
se para a escucharte.

Me encanta cuando andas
porque tus manos
hablan a las mías.

Me encanta cuando escuchas
porque el aire
pasa y se esfuma

Me encanta cuando escribes
porque tus palabras
juegan y viven

Me encantas Taranta
porque tu baile
me libera.

Ecuación de Silencio

Cada rosa tiene su espina
igual que cada noche su día
amanezco de una vez
del dolor de aquella espina.

Fue en la infancia
tener miedo de cantar
preferir escuchar a los demás
hasta que se acabó la oscuridad.

Cada paso tiene su trampa
igual que cada cueva su salida
salgo de una vez
del agujero de esa trampa.

Fue en la adolescencia
tener miedo a ser yo
preferir seguir el camino
hasta que se acabo el recorrido.

Cada sonrisa tiene su lágrima
igual que la muerte a la vida
amanezco de una vez
del dolor de aquella lágrima.

Fue en la madurez
donde me encontré.
En la vida no hay más camino
que volar hacia tu destino.

Cada palabra tiene su silencio
Como el infinito tiene al cero
Resuelvo de una vez
la ecuación maldita del silencio.

No sólo fue en la vejez
dónde disfrute de los planes.
El final del camino se acerca
aunque volaré hacia otro sitio.

Violeta Pasión

Puerto: Presente
Sintiendo amor salado
recordando un color
y tocando el piano.

Un silencio
más que soledad.
Un recuerdo
más que un silencio.
Una palabra
más que un recuerdo.
Un abrazo
más que mil palabras.
Un beso
más que mil abrazos.
Un amor
más que mil besos.

Un color
Violeta Pasión
que representa un amor
nada dulce, todo salado.

Una flor
Violeta Pasión
solitaria y amarrada
que crece en Primavera.

Una Estrella
Violeta Pasión
que ilumina noches
en el Puerto Presente
de la vida adrede.

Una vida
de Sueños Violetas
que guia a un viajero
que vive en este tiempo.

La Clave: Las Llaves. Ya ves.

Ya ves
las vueltas que da la vida
ahora que no estoy
me vienen las piedras
que he ido tirando de la mochila.

Y chilla, pero no te oirán
solo el miedo olerán
y los pájaros se asustarán
de los gritos que dan
palabras perdidas en el tiempo.

Ni que fuera un viajero
andando por una nube de recuerdos
envueltos en pasos de ciegos
rascando agujeros de asientos
burlando claves de acceso
llorando notas al frescor del averno.

Mira y verás
que estoy fuera
del túnel del divertimento.
Que me entretengo con el portento
de tener algo de talento,
de estar contento
con poco más que
un rango de sargento.

De la vida que sonríe con queso brie
con nata montada en el pensamiento
con dulces entre mis piernas
que ya no se lo comen ni las hienas.
Sólo hierbas del destino
es más que mi sino
si ¿no?

Llaves
para las puertas de la vida
que improvisa sin prisa
una sonrisa en cada esquina.
Dice adiós, la peste porcina
vino la fuerza equina
y encima, un jinete
que come poco filete
mucho coco y en el tenderete,
una de cal y una de arena
da para los presentes.

Ya ves
las llaves, las claves
las aves vuelan,
y en la tierra,
cada farola una luz para guiar
a los borrachos ausentes
y a los perdidos dementes
les dice donde andar.
¿y tu?
¿sales o entras en esta vida?

Rutina

Encerrado en una rutina
donde todo el mundo te conoce
bueno sería cambiar con goce
de aires al levantar la matina.

Pasar desapercibido
ser uno más
andar sin destino
sólo pisar el camino.

Rodeado de mucha gente
aunque estando solo
la compañia no vive
el disfrutar del sonido.

Agua estancada termina podrida.
Respirar aire nuevo
llena de energía.
Quiero renacer otro día.

Sin más este es mi deseo.
Abrir los ojos sin miedo
y no mirar más atrás quiero.

Al Olvido

Mi dulce niña con su aspecto de parisina.
Mi dulce tesoro cuando quieras te devoro.
Tu compañía para mí mucho más que oro.
Tus besos son más que los de una diosa divina.

Mi dulce niña, te quiero carina.
Con tos ojos y labios de tol coro,
te veo y con cada beso yo adoro
tus labios carnosos de gelatina.

Mi vida, cada amanecer en tu compañía
un universo de sensaciones y emociones
más una grata, pura y fuerte emoción.

Y esta sonatina que soñaría
es real y alumbra los callejones
de mi oculto y sombrío corazón.

Espero

Espero
el expresso hace su trabajo
y el tajo al bolsillo no es tan majo.

La gente que arriva
parece demente
no el próximo cliente
ojos y manos calientes
que bailan
de arriba abajo.

Luces intermitentes
saltan a contracorriente
el zumbido de la vía
mientras un tren de vida
susurra mi compañía.

Música de bombillas
a tempo ternario
con silencios varios
y murmullos rancios.

Espero
termino el expresso
y de camino al lavabo
el reflejo del espejo
es mas viejo que yo.

Lanzo besos al tiempo
por ser un auténtico yo
pierdo piedras ligeras
las grandes las tiro a Sansón

Me pierdo al buscarme
¿Quien soy yo?
Otro pensamiento
que llega en el momento
al hablar de cosas que no pienso.

En Mitad del Camino

Donde estoy
y a donde voy
en mitad del camino
me pregunto hacia donde miro.

Cada pie hacia delante
un paso hacia el olvido
cada mirada atrás
una piedra que tiro.

Mi mochila se vacía
me siento mas vivo
más consciente de mí
y más aire respiro.

Por dentro
algo me inquieta
sentirme solo
el miedo me aprieta.

Un suspiro
y leo lo que digo
ser consciente de mí
es lo que lleva al olvido.

Escribo y escribo
bebo palabras
respiro natura
huelo a captura
la razón se apresura
el viento me apura
los sentidos aloquecen
y duerme mi locura.

De mi alma salen versos
para explicar que no pienso
sólo siento
que estoy vivo por dentro
y por fuera lo veo
cuando me miro en el espejo.

Donde estoy
y donde voy
en mitad del camino
me pregunto hacia donde miro.
Pájaros
Riendo y viendo
el pasar de los días
recuerdos de melodías
que llevo dentro.

Soledad en la libertad
de volar como un pájaro
poder verlo todo desde arriba.
Pero, con lágrimas
al no encontrar a mi lado
a una pájara
que me quite la paja mental
del miedo a vivir adrede.

Quizás lo verás.
Quizás saltarás.
Quizás saldrás a amar
la rama amamantada
de la brisa levantada
por el sol entre las nubes.

Riendo y viendo
el pasar de los días
recuerdos de melodías
que llevo dentro.

Primavera

Llegó, como todo en la vida.
No es que sea un sueño
sin marco y sin dueño
inspira y me da compañía.

Amor que llena de energía
me hace sentir menos pequeño
sereno, feliz, contento y risueño
la vida sin esto ¿que sería?.

Ahora renazco cuando la veo
siento el aroma del lago
y a las flores acariciar el pelo.

Marchóse ya el tiempo feo
ahora soy lo que hago.
Veo todo desde el cielo.

Vuelo

Encima de una lágrima
vuelo sobre el viento
hasta que el tiempo
rompió la lapida.

Encima de una sonrisa
paseo por el parque
tierra, que no me harte
de respirar esta brisa.

Vuelo sobre besos
de otros deseos compuestos
de rabia, ira, amor y restos
de labios repuestos
de días sin sesos.

Vuelo sobre el alma
de un día de calma
tirado en la cama
de alguien que ama.

Bailo sobre el agua
sin hundirme dentro
esto es un portento
que no se devalúa.

Bailo sobre el fuego
sin quemarme dentro
a las llamas, el tormento
al quemar mi ego.

Una Estrella Lleva tu Nombre

Una estrella lleva tu nombre
pero la gente no sabe mirar.
Levanta la mirada al cielo
sin ver en ti el mar.

La luz va por dentro
como una estrella
que guia en noches
oscuras como hoy.

Una calma tan sincera
nunca se dijo con tan poco.
Un silencio
después de tantas
palabras vacías.

Una estrella lleva tu nombre
todos preguntan cual es
mirar muy lejos no hace falta
pues cerca de ti está.

Mirar a los ojos
prestar toda tu atención
compartir un segundo
y hasta una emoción.

Y aunque los universos
giran paralelos
siempre continúan como son
para estar como están
y ser como son.

A-D

Atascado

No hacer nada
ver pasar el tiempo
mover los dedos
sin ton ni son.

La cinta de la vida
se rompió al pasar
de adelante a atrás
y de atrás adelante.

Mirando el techo
la pared y el suelo,
la ventana y su cristal
me permiten volar.

Mirada perdida
llora por dentro
treinta dias tristes
aguacero de invierno.

Alma con pena
ciego de todo
riego con miedo
sumiso al viento.

Ahora soy digital
pero sin second live
vivo esta vida
y lo cuento en la otra.

Desatascado

Ordenar mis ideas
mirar al horizonte
la utopía existe
sin llegar a ella.

Marcan el camino
los versos presos
que cuando improviso
te dejan loco. Poseso.

Por eso será bueno
seguir con pequeños pasos
esta larga caminata
dirigida a ¿dónde?

De camino al cielo
o quizás al infierno
purgatorio en vida
universos paralelos.

Coherente e integro
resuenan en mi cabeza
abre bien los ojos
y deja atrás el suelo.

El rio de la vida
fluye de nuevo
tira pa´lante al mar
y flota como un velero.
Nuevo Despertar
Quiero beber
andar sin apatía
de sueños: yo ría.

Nuevo menester

Quiero saltar
olvidar las vallas
mi vida sobre algas
pasado sobre el mar.

Quiero escapar
sacarte con pinzas
de los líos de pintas
dentro del mar.

Quiero hablar
vivir cada dia
mi oferta la vida
presente: amar.

Quiero correr
ser más contigo
yo como un olivo
mismo olvido: ser.

Quiero sentir
olvidar los tragos
mi funesto argot
futuro sin sufrir.

Quiero bailar
volar con vida
de saltos: alegría
nuevo despertar.

Adiós Amor

El duende que vive en mi corazón
con luces y sombras
me da y me quita el amor,
para mostrarme, que con colores oscuros
se pintan los cuadros más bonitos.

En la distancia, siento cercanía
aunque sólo de mis recuerdos.
Platonismo simbólico ideal
que me confunde en la realidad.

Confundo lo que siento
con lo que tengo.
Ahogado por aburrimiento,
llenando mi cabeza de pájaros
para no disfrutar de aquí y ahora.

Discurso lacónico
con una obsesión
sin querer decir:
Adiós Amor.

Dejo caer lágrimas en mis dedos
que escriben desde adentro
sin pensar lo que decir
sólo dejar fluir mis sentimientos.

Tormentas se alejan de mi corazón
que con razón me alivian el alma
creando el cristal de las lágrimas
que se rompen de nuevo al alba.

Aguardando por la ventana
miro para verme en los demás
sin ser consciente, me pierdo
en miradas vacías de sentimiento
entre el pasear de la gente.

Queriendo hacer algo,sin hacer nada.
Queriendo correr,sin poder andar.

Dejando fluir mis deseos,
vacío, lleno de nada
abrazo al aire para sentir
el viento en mi cara.

El alma del aire,
es el que me consuela.
Mi llanto, se lo llevó mi niña.
Y el balanceo de la vida
me pondrá de nuevo en trance.

Quizás

Quizás, es sólo vanidad.
Quizás, es la caducidad de todas las cosas en este mundo.
Quizás, es darse cuenta de lo insignificante que es la vida.
Quizás, es ver lo grande que es el universo.

Quizás, es buscar el sentido a la existencia.
Quizás, es dejar constancia de nuestra historia personal.
Quizás, es buscar todos los recuerdos y compartirlos.
Quizás, es estar encerrado en el pasado, mirar atrás por no querer mirar adelante.

Quizás, es una neurosis compulsiva ahogándose en el vacío de la agonía.
Quizás, son sólo ideas que brotan y no se pueden parar.
Quizás, es la creación lo único que da sentido a la vida.
Quizás, es el arte el que encuentra el ánima del alma.

Quizás, Él siempre nos habla.
Quizás, le tapamos la boca entre las paredes de la ciudad.
Quizás, con más tecnologías estamos menos comunicados.
Quizás, son tópicos que llenan frases vacías.

Quizás, quizás quizás… es sólo vanidad.

Botes de Silencio

Camino entre recuerdos
personas que no volverán
amalgama de emociones
grandes mitos de Aldebarán.

Lágrimas negras
noche sin pena
sólo tantos recuerdos
y gritos de silencio.

Amor en botellas
sueños enlatados
en metal del pasado.
Ciegos que rezan
rosarios de calvario.

Futuro incierto
sonrisas oprimidas
botes de silencio
para contemplar
al rey Midas.

Pitido en los oídos
solo y ausente
mi mente, entre la gente
corre que te corre
por el presente.

Música rota
notas sueltas
que ríen por momentos
ríos de silencio.

Ecos

Ahora en invierno
gritos somnolientos
por besar el otoño,
un frío tierno.

Ecos del pasado
muerte de sonrisas
sólo la última brisa
va a parar al mar.

Sexo podrido
bocas muertas
que mueven al hablar
palabras y un ladrido.

Niños a cientos
cantan sin cesar
a las voces del silencio
que salen del bar.

Arrivará el verano
antes la primavera
que con calor en la sera
nos dará la mano.

El Pozo

El náufrago de mi alma
encontró un sentido en el pozo.

…Salir de él…

Por mi boca, salen melodías
por mis manos, armonías
por mi corazón, llueven sintonías
sinfonías sin lágrimas.

Otro día. Ver su luz.
Una sonrisa en mi boca
un dolor al sentirme roca
la caída de un alud.

Estar vivo, nada es urgente
en mi mente,
todo es presente.
Ausente está mi agonía.

Me llevó de puntillas
por el camino y la vía
no caer en un pozo
sonreír con alegría.

Ahora
que veo lo recorrido
me doy cuenta
del sentido
que tiene todo.

El silencio,
me calma, no asustan
las voces del miedo.
Mi corazón, mi mente
son una de nuevo.
Mi alma, mi cuerpo
se han fundido
como un huevo.

Tan poco es
tan trascendental
trascender al local
de la vida.

La cajita de música
suena cada día.
Sinfonías, sintonías,
armonías, melodías;
todas bellas
y un poco arpías.

Aunque,
no sabemos escuchar.

Persépolis

En Persépolis me gustaría estar
respirar el aire del mar en el cielo
disfrutar de ti junto a los peces marinos
mientras besos de agua recorren cada ola.

Acarician nuestros cuerpos
que a cada paso
se desnudan de miedos
dejando cada prenda en el camino
hacia el horizonte mojado.

Tengo razones
para mirarte y reflejarme en tus ojos
no creo que haya otra alma
que me entienda como la tuya
que escuche cada palabra como ola en el mar
que me abrace con cada nota de su boca.

Como tú
no habrá nadie
porque siempre fuiste tú.
En cada beso
aparecía tu cara
y en el reflejo del agua
me ponías la piel de gallina.

Saber que mi amor
es por tu alma de aire,
tu cerebro de agua se rinde
por el corazón de fuego
que hace que tu cuerpo de tierra
vuele en las profundidades del océano.

Los barcos que navegan
por encima de nuestras cabezas
buscan con anhelo sentirse así,
sin saber que están encima
de la ciudad que siempre soñaron.

Sólo hay que mirar
hacia adentro
y encontrarás
Persépolis.

A la Vida

Porque eres la mayor de todas, diosa
tus brazos rodean cada nuevo día
besas cada tristeza y cada alegría
eres la más grande musa, graciosa.

Tu aroma pulcro, la flor más preciosa
tus palabras hacen que mi alma ría
Erato nos guía en esta gran poesía
que rinde culto a la vida grandiosa.

Para que el escultor de sentimientos
ponga a la gran musa Clío en tus manos,
que engrandezca tu rosada figura.

Y consiga que anden tus pensamientos
que nos una a todos juntos hermanos
con fuerza, mas sin perder la ternura.

A la Muerte

Es la diosa triste cuando amanece
corta de cuajo la mayor sonrisa
mas si llega sin pausa y con prisa,
es su compañía la que entristece.

Después de verla a menudo anochece
con un velo negro y una dura brisa
mas si llega con pausa y sin prisa
es la peor tortura, no merece.

Los días tiemblan bajo sus pasos
Perséfone vigila a quién visita
si estos no fueron pulcros de corazón.

Y a los que si lo fueron, pocos casos
en el Olimpo están junto a Afrodita
felices por dar a todos su perdón.

Al Amor

¿Eres diosa o la pulsión tan humana
que motiva esta aventura vivida?
¿Quizás es el miedo que hace partida
con la visión de cada mañana?

Sí. Tus labios, los que dan la gana
de retomar el camino de ida,
y tus ojos, el impulso a mi vida,
que sea Eros el sabor que me sana.

Los sueños contigo, mi noche arropan
eres cada suspiro que da brillo
a Psique, abrazando mi yo sincero.

Si te descubro, siento que copan
mis sentidos, locos como si un pillo
jugara con el universo entero.

Al Alma

¿Eres diosa o sólo esencia del hada
que nos rodea en nuestros llantos?
¿Es tu latir muestra de los cantos
desde la más alta torre clavada?

Sí, eres Psique, la Afrodita encarnada.
Sin ti, sólo soy un trozo de tantos
otros, sin vida propia de santos
que deben tener el aura sanada.

Despierta y búscame dentro, aprisa.
Vacío me siento, como en los cuentos
Sumiso a errantes voces, debo partir.

Abres mis ojos, llenas mi sonrisa
y haces olvidar los malos momentos.
Eres la belleza oculta a descubrir.

DiA

Cada mañana
despierto con un sonrisa
debe ser la brisa
que mueves tú al despertar.
Me haces respirar
y ser consciente
de vivir adrede.

Cada mañana
suspiro de verdad.
Sin mentiras,
para retener
otro aliento de vida
de seguir desnudo
frente a ti.
Compartirme contigo
y con los demás

Cada mañana
miro al sol sin cegarme
para que me llene de vida
igual que lo haces tú
con su calor.

Anoche

Lloro por las noches
no sé,
si de alegría o de tristeza
da igual el porqué.
Las lágrimas me renuevan
y mis heridas cierran.

Siento por las noches
un vacío por dentro,
de no tener tu abrazo
solo recordarlo
para tenerlo sincero
cuando sea el momento.

Tengo por las noches
un lamento que no está.
Cuando me acompañas
y al despertar
ver que no es un sueño.
Que no puedo estar sin ti
por que ya vives en mí.

La Vida Gira, de Noche y de Día

La Vida Gira
de Noche y de Día.

Cada vuelta al sol un año más de vida.
Cada vuelta de tierra una noche y su día.

Cada segundo se vuelve hora
buscando la demora
de otro verso contigo.

En cada vuelta por la noche,
alguna estrella ilumina como el día.
En cada vuelta por el día
el sol alumbra como el ponche.

La Vida Gira
de Noche y de Día.

Tan cerca y tan lejos.
Sentimientos contrarios
que llevan de la mano
conocerte, cuando estás
más ausente de mí.

No saber hacia donde andar
solo fluir como un río
inspirado por una estrella
que siempre estuvo presente
de noche y de día

La Vida Gira
de Noche y de Día.

El Paso del Tiempo

Fui.
Vi.
Sentí.
Volví.

El paso del tiempo
es lo mismo
por fuera y por dentro.

Voy.
veo.
Siento.
Vuelvo.

El paso del tiempo
es igual
en cualquier lugar.

Iré.
veré.
Sentiré.
volveré.

El paso del tiempo
es normal
nunca a la misma velocidad.

Escalera al Cielo

Siempre fui sincero
cuando te dije te quiero.
Fue tan honesto y verdadero
el adiós, que me partió el alma.

Y por su hueco,
se cayó la gárgola
que había en mi corazón.
Y con razón,
se escapó mi alma.
Que voló por el mundo
hasta que reposó
de nuevo con la calma.

El miedo se enamoró del olvido
y en 500 noches pasaron 19 días.

Ahora el quiero puede al puedo
y el amor a Roma asoma
y asombra al anima del alma.

El corazón
no estaba oxidado
sino poco engrasado.
Desafinaba pero sonaba
sus melodías hacían bien
al presente de la gente.

Y no es que pierda aceite
es que pesa como veinte.

Moverlo,
es subir
sin escalera
al cielo.

Ahora

Nieve.
Lluvia.
Viento.
Frio.

Mejor pienso lo que digo.

Luz.
Sol.
Aroma.
Calor.

Mejor salgo a por melón.

Noche.
Luna.
Silencio.
Tirito.

Mejor busco otra sensación.

Niebla.
Nublado.
Borroso.
Sudor.

Mejor encuentro otro ombligo.

El Lago

Suspiro viendo el lago
el olvido se hizo presente
de repente,
todo tiene sentido.

Conmigo la calma
el aquí y ahora
es tan cierto
que la cruz del norte
bosteza como un niño.

La tristeza se fue
cuando vino el olvido
y la sonrisa,
volvió a comer conmigo.

A veces no me lo creo
pero yo soy mi destino
cada paso,
hace el camino.

Otro día y otro brillo
la luz está surcando el río
donde nado y no me ahogo.

Me desahogo cuando lloro
y nada es como todo.

El Tren del Viajero

No se que más decir
siempre busco a los demás
no me encuentro en mí
y me pregunto que hago aquí.

Respiro y el tic tac de mi corazón
sigue bombeando ideas.
Sólo el silencio me atormenta
cuando tengo miedo a la razón.

No quiero vaguear más.
Mi ocio es divertir a los demás.
Escribir para escapar
que otros viajen en el tren
que no pudieron coger.

Al inicio, la locomotora
en cada vagón, un pensamiento
en cada estación otro aliento
y al final la emoción.

Dirigir este tren de vida
aunque me agobie,
y conduzca sin goze
es lo que yo haría.

Y a los intrépidos viajeros
decirlos que no tengan miedo
que disfruten del riesgo
y que se asomen a verlo.

Biblioteca de Recuerdos

Mi casa este llena de libros.
Y mucha mitología en mi cabeza.
Laberinto del Minotauro:
Teseo y Ariadne.

Todas las vocales
cantan en otoño
gritos de silencio
en medio del parque.

Mi casa esta llena de libros.
Y muchos líos en mi cabeza.
Lía que te lía la vida.
Sin saber hacia donde gira.

Beben es
versos con oes.
Dan besos a las aes
brisas con ies
de árboles con ues.

Mi casa este llena de libros.
Y muchos dulces en la nevera.
Empachado de Vivir
cada día de una idea.

Pasos tranquilos
que llueven desde el río
hasta la orilla,
bañando con ruido
a la orejilla.

Una biblioteca de recuerdos
almacenada en el cerebro.
Que cada noche descarga
cienes de verdades en sueños.

S x S

Sueño tras sueño
aprendo sin miedo
a mirar en mi interior
a gritar sin dueño.

Ya no pregunto.
Sólo miro.
Ya no respondo.
Sólo reflexiono.

Medito y comparto
la mañana contigo
que me lees, sonríes
y eres mi amigo.

Aunque no te conozca
estás aquí conmigo
en mi cabeza
y en mi ombligo.

El mundo gira,
pero ya no lo hace conmigo.
La vida sigue,
y continua aquí consigo.

La mirada no es la misma
que la que fue.
Mi sentir ya no es el mismo
que el que fue.
Mi pesar ya no está.
La sonrisa ha vuelto conmigo.

El fluir de los días
vuelven a ser los de un río.
No se contamina
sólo esta un poco frío.

El agua lava la tierra
la da vida y la renueva.
El fuego quema con el aire
y deja atrás las cenizas
de otros días,
en los que contaminaba
el bosque de vida
con la sonrisa podrida
de compartir,
un abrazo con el aire.

HHH I

Hola Holita Hola
cara de carambola
loquito por tus huesos
se vuelven hasta mis besos.

Sean de agua, de aire
de fuego o de tierra
mi alma llora
por estar a tu vera.

HHH II

Hola Holita Hola
cara de caracola.
Con forma de estrella
mira tu si es bella.

La mirada del tiempo
que no tiene tempo
si mis latidos, al unísono
son ritmo y compás.

Pensar en ti
sentirte cerca
y estar tan lejos
me haces mirar atrás.

Ahora que me voy
estas conmigo.
Dondequiera que voy
estás conmigo.
Dondequiera que estoy
viajas conmigo.

Siempre al mismo son
bailas, en mi corazón.

HHH III

Hola Holita Hola
siempre que estoy contigo
se me pone cara de bola.

Y es que me río y te digo
que gustas mucho muchito.
Con disquisiciones mentales
sobre lo que es absurdo
y lo burdo que es,
quemarse consigo.

Ver lo bueno
comer pan de trigo
cerveza de higo contigo
es genial estar cerca de ti.

Uno de los Niestros

Los años noventa fueron bonitos
Pero no como los noventa que tienes.
Historias y experiencias que ciernes
son tus años los que te hacen un hito.

Si llegar a anciano quiero
tener el amancer de cada día
un suspiro en tu compañía
como tu sonrisa de grande deseo.

Es sobre todo tu pose Calabrese
la que nos inspira fuerza y ternura
es gigante la historia de tu vida
no tan grande como tu compañía.

Olvida cada tristeza
y sonríe por cada alegría
deja fluir la luz del día
pues una gran familia tienes.

Dias como Hoy

Días como hoy
los hay a cientos
aunque,
no somos capaces
de sentirlos como nuevos.

Días como hoy
nos consumen,
nuestro espacio
y nuestro tiempo.
Recuerdos envueltos
en el pensamiento.

Días como hoy
me doy cuenta
de lo bella que es la vida
de lo que comparto cada momento
con mi familia, mis amigos
y con quien me rodea.

Días como hoy
siento
que el destino está
dentro de ti.
Como el corazón
el alma y el soma.

Días como hoy
soy más consciente
de mi mismo,
del aire que respiro
y del aroma
del aquí y ahora.

Días como hoy
siento que
el amor no se busca
tampoco se encuentra
sólo se comparte contigo
que sabes lo que digo.

Días como hoy
me doy cuenta
de que de nada sirve
buscar el amor perdido
por otra persona,
como si fuera el propio.

Días como hoy
los hay a cientos
por esta sonrisa,
de alegría
lloro y me emociono
cuando pienso en ello.

Suspiro

Suspiro.
Lloro.
Río,
y me pregunto
si estoy vivo.

Solo.
Acompañado.
Junto.
A parte,
en cualquier parte.

Grande.
Pequeño
Asustado.
Con miedo,
a doblarme de nuevo.

Amarillo.
Verde.
Rojo.
Naranja,
media o completa.

Agobios.
Prisas.
Sentidos.
Miradas,
todo es como debe ser.

Mentiras.
Verdades.
Palabras.
Silencios,
para decir lo que siento.

Te espero.Te siento.Te tengo.
No te tengo.Te recuerdo.Te olvido.
Te quiero,te añoro,te deseo,te sueño.

Quiero tomar té contigo.
Quiero tomarte conmigo.

Quiero que escuches
lo que a nadie digo.
Quiero que sepas
que puedes contar
con mi ombligo.

Me Emociono

Me emociono
cada vez que pienso en el mañana.
Recorre mi cuerpo un sentimiento
de calma y melancolía
por esperar lo que siempre fue.

Me emociono
cuando miro al futuro de frente
y no aparto la mirada,
por miedo a ver su cara.
El futuro, el presente de lo que fue,
siempre estuvo dentro de mí.

Me emociono
y lloro al disfrutar del aire fresco
que da un nuevo día.
Las lágrimas recorren mi cara
como los ríos bañan la tierra.

Me emociono
y la piel se eriza
el sol brilla y el fuego del amor
resplandece dentro de mí
con cada bocanada
de aire fresco.

Me emociono
al saber que lo que viene
es mejor que lo que se fue.
Aunque no supe verlo
con mis propios ojos.

Me emociono
al ver que a mi alrededor
todo fluye,
Como el río que cambia
sin dejar de ser el mismo.

Me emociono
cuando no pienso, sólo existo.
Y los ojos del tiempo envejecen
al otro lado del espejo.

Me emociono
al saber, que el aire que respiré
fue puro un tiempo.
Hasta que comprendí
que hay más aire que respirar.

Me emociono
cuando escribo
sin pensar en lo que digo,
sólo abriendo mi interior.

Hoy es el Pasado del Futuro

Hoy es el pasado del futuro
Mañana será otro dia más.

No se en que día vivo
porque no me interesan
los números.
Tampoco el nombre
de lo que hay que hacer hoy.

Solo me interesa disfrutar
de lo que veo, de lo que oigo,
de lo que siento, de lo que gusto.
De tener paciencia
cuando veo que hay cosas
que se consiguen
poquito a poco.

Tener prisa por hacer
es matar el espiritu.
Sólo el esfuerzo
por seguir adelante
y luchar por conseguir
lo que uno ve dentro de sí,
libera al anima.

Hoy es el pasado del futuro
Mañana será otro día mas.

Dias y Noches

En noches de Luna llena
mi corazón se inspira
y estas líneas
llaman a tu puerta.

Dicen que 3600 segundos
no son más que una hora.
El tiempo lo miden
los besos del viento.

La lluvia son las lágrimas
de otoño, al ver caer
las notas de alegría
de los árboles de la vida.

Respira la primavera
aire nuevo en cada músculo del cuerpo.
Rebosa energía
con cada sonrisa.

Los lamentos de la tierra
en invierno,
quedan atrás envueltos
entre ciegos de cemento.

El calor de una noche de verano
me inspira.
Porque se llena
mi corazón en días de Sol.

viernes, 5 de junio de 2009

Cuentos de Jorge Bucay

COMO CRECER?



Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.

Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.

La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.

El rey preguntó:

¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.

No hay posibilidad de que seas otra persona.

Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...





ANIMARSE A VOLAR



..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

-Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.

-Ven – dijo el padre.

Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.

-Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...

El hijo dudó.

-¿Y si me caigo?

-Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.

Los más pequeños de mente dijeron:

-¿Estás loco?

-¿Para qué?

-Tu padre está delirando...

-¿Qué vas a buscar volando?

-¿Por qué no te dejas de pavadas?

-Y además, ¿quién necesita?

Los más lúcidos también sentían miedo:

-¿Será cierto?

-¿No será peligroso?

-¿Por qué no empiezas despacio?

-En todo casa, prueba tirarte desde una escalera.

-...O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.

Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...

Desplegó sus alas.

Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra...

Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:

-¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno... – lloriqueó.

-Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.

Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.

Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.







EL BUSCADOR



Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador

Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … "Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días". Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía "Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas". El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.





EL ELEFANTE ENCADENADO



Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...





EL OSO



Esta historia habla de un sastre, un zar y su oso.

Un día el zar descubrió que uno de los botones de su chaqueta preferida se había caído.

El zar era caprichoso, autoritario y cruel (cruel como todos los que enmarañan por demasiado tiempo en el poder), así que, furioso por la ausencia del botón mandó a buscar a su sastre y ordenó que a la mañana siguiente fuera decapitado por el hacha del verdugo.

Nadie contradecía al emperador de todas la Rusias, así que la guardia fue hasta la casa del sastre y arrancándolo de entre los brazos de su familia lo llevó a la mazmorra del palacio para esperar allí su muerte.

Cuando, cayo el sol un guardiacárcel le llevó al sastre la última cena, el sastre revolvió el plato de comida con la cuchara y mirando al guardiacárcel dijo – Pobre del zar.

- El guardiacárcel no puedo evitar reírse - ¿Pobre del zar?, dijo pobre de ti tu cabeza quedará separada de tu cuerpo unos cuantos metros mañana a la mañana.

- Si, lo sé pero mañana en la mañana el zar perderá mucho más que un sastre, el zar perderá la posibilidad de que su oso la cosa que más quiere en el mundo su propio oso aprenda a hablar.

- ¿Tú sabes enseñarle a hablar a los osos?, preguntó el guardiacárcel sorprendido.

- Un viejo secreto familiar... – dijo el sastre.

Deseoso de ganarse los favores del zar, el pobre guardia corrió a contarle al soberano su descubrimiento:

¡¡El sastre sabía enseñarle a hablar a los osos!!

El zar se sintió encantado. Mandó rápidamente a buscar al sastre y le ordenó:

-¡¡Enséñale a mi oso a hablar nuestro gustaría complaceros pero la verdad, es que enseñar a hablar a un oso es una ardua tarea y lleva tiempo... y lamentablemente, tiempo es lo que menos tengo...

-El zar hizo un silencio, y preguntó ¿cuánto tiempo llevaría el aprendizaje?

- Bueno, depende de la inteligencia del oso... Dijo el sastre.

- ¡¡El oso es muy inteligente!! – interrumpió el zar

– De hecho es el oso más inteligente de todos los osos de Rusia.

-Bueno, musitó el sastre... si el oso es inteligente... y siente deseos de aprender... yo creo... que el aprendizaje duraría... duraría... no menos de...... DOS AÑOS.

El zar pensó un momento y luego ordenó:

- Bien, tu pena será suspendida por dos años, mientras tanto tú entrenarás al oso. ¡Mañana empezarás!

- Alteza - dijo el sastre – Si tu mandas al verdugo a ocuparse de mi cabeza, mañana estarán muerto, y mi familia, se las ingeniará para poder sobrevivir. Pero si me conmutas la pena, yo tendré que dedicarle el tiempo a trabajar, no podré dedicarme a tu oso... debo mantener a mi familia.

- Eso no es problema – dijo el zar – A partir de hoy y durante dos años tú y tu familia estarán bajo la protección real. Serán vestidos, alimentados y educados con el dinero de la corte y nada que necesiten o deseen, les será negado... Pero, eso sí... Si dentro de dos años el oso no habla... te arrepentirás de haber pensado en esta propuesta... Rogarás haber sido muerto por el verdugo... ¿Entiendes, verdad?.

- Sí, alteza.

- Bien... ¡¡Guardias!! - gritó el zar –Que lleven al sastre a su casa en el carruaje de la corte, denle dos bolsas de oro, comida y regalos para sus niños. Ya... ¡¡Fuera!!.

El sastre en reverencia y caminando hacia atrás, comenzó a retirarse mientras musitaba agradecimientos.

- No olvides - le dijo el zar apuntándolo con el dedo a la frente – Si en dos años el oso no habla... – Alteza... -

...Cuando todos en la casa del sastre lloraban por la pérdida del padre de familia, el hombre pequeño apareció en la casa en el carruaje del zar, sonriente, eufórico y con regalos para todos.

La esposa del sastre no cabía en su asombro. Su marido que pocas horas antes había sido llevado al cadalso volvía ahora, exitoso, acaudalado y exultante...

Cuando estuvo a solas el hombre le contó los hechos.

- Estás LOCO – chilló la mujer – enseñar a hablar al oso del zar. Tú, que ni siquiera has visto un oso de cerca, ¡Estás, loco!

Enseñar a hablar al oso... Loco, estás loco...

- Calma mujer, calma. Mira, me iban a cortar la cabeza mañana al amanecer, ahora... ahora tengo dos años... En dos años pueden pasar tantas cosas en dos años.

En dos años... – siguió el sastre - se puede morir el zar... me puedo morir yo... y lo más importante... por ahí el ¡¡oso habla!!





EL TEMIDO ENEMIGO



La idea de este cuento llegó a mí escuchando un relato de Enrique Mariscal. Me permití, partir de allí prolongar el cuento transformarlo en otra historia con otro mensaje y otro sentido. Así como está ahora se lo regalé una tarde a mí amigo Norbi.

Había una vez, en un reino muy lejano y perdido, un rey al que le gustaba sentirse poderoso. Su deseo de poder no se satisfacía sólo con tenerlo, él, necesitaba además, que todos lo admiraran por ser poderoso, así como la madrastra de Blanca Nieves no le alcanzaba con verse bella, también él necesitaba mirarse en un espejo que le dijera lo poderoso que era.

Él no tenía espejos mágicos, pero contaba con un montón de cortesanos y sirvientes a su alrededor a quienes preguntarle si él, era el más poderoso del reino.

Invariablemente todos le decían lo mismo:

-Alteza, eres muy poderoso, pero tú sabes que el mago tiene un poder que nadie posee: Él, él conoce el futuro.

( En aquel tiempo, alquimistas, filósofos, pensadores, religiosos y místicos eran llamados, genéricamente "magos").

El rey estaba muy celoso del mago del reino pues aquel no sólo tenía fama de ser un hombre muy bueno y generoso, sino que además, el pueblo entero lo amaba, lo admiraba y festejaba que él existiera y viviera allí.

No decían lo mismo del rey.

Quizás porque necesitaba demostrar que era él quien mandaba, el rey no era justo, ni ecuánime, y mucho menos bondadoso.

Un día, cansado de que la gente le contara lo poderoso y querido que era el mago o motivado por esa mezcla de celos y temores que genera la envidia, el rey urdió un plan:

Organizaría una gran fiesta a la cual invitaría al mago y después la cena, pediría la atención de todos. Llamaría al mago al centro del salón y delante de los cortesanos, le preguntaría si era cierto que sabía leer el futuro. El invitado, tendría dos posibilidades: decir que no, defraudando así la admiración de los demás, o decir que sí, confirmando el motivo de su fama. El rey estaba seguro de que escogería la segunda posibilidad. Entonces, le pediría que le dijera la fecha en la que el mago del reino iba a morir. Éste daría una respuesta, un día cualquiera, no importaba cuál. En ese mismo momento, planeaba el rey, sacar su espada y matarlo. Conseguiría con esto dos cosas de un solo golpe: la primera, deshacerse de su enemigo para siempre; la segunda, demostrar que el mago no había podido adelantarse al futuro, y que se había equivocado en su predicción. Se acabaría, en una sola noche. El mago y el mito de sus poderes...

Los preparativos se iniciaron enseguida, y muy pronto el día del festejo llegó...

...Después de la gran cena. El rey hizo pasar al mago al centro y ante le silencio de todos le preguntó:

- ¿Es cierto que puedes leer el futuro?

- Un poco – dijo el mago.

- ¿Y puedes leer tu propio futuro, preguntó el rey?

- Un poco – dijo el mago.

- Entonces quiero que me des una prueba - dijo el rey -

¿Qué día morirás?. ¿ Cuál es la fecha de tu muerte?

El mago se sonrió, lo miró a los ojos y no contestó.

- ¿Qué pasa mago? - dijo el rey sonriente -¿No lo sabes?... ¿no es cierto que puedes ver el futuro?

- No es eso - dijo el mago - pero lo que sé, no me animo a decírtelo.

- ¿Cómo que no te animas?- dijo el rey-... Yo soy tu soberano y te ordeno que me lo digas. Debes darte cuenta de que es muy importante para el reino, saber cuando perdemos a sus personajes más eminentes... Contéstame pues, ¿cuándo morirá el mago del reino?

Luego de un tenso silencio, el mago lo miró y dijo:

- No puedo precisarte la fecha, pero sé que el mago morirá exactamente un día antes que el rey...

Durante unos instantes, el tiempo se congeló. Un murmullo corrió por entre los invitados.

El rey siempre había dicho que no creía en los magos ni en las adivinaciones, pero lo cierto es que no se animó a matar al mago.

Lentamente el soberano bajó los brazos y se quedó en silencio...

Los pensamientos se agolpaban en su cabeza.

Se dio cuenta de que se había equivocado.

Su odio había sido el peor consejero.

- Alteza, te has puesto pálido. ¿Qué te sucede? – preguntó el invitado.

- Me siento mal - contestó el monarca – voy a ir a mi cuarto, te agradezco que hayas venido.

Y con un gesto confuso giró en silencio encaminándose a sus habitaciones...

El mago era astuto, había dado la única respuesta que evitaría su muerte.

¿Habría leído su mente?

La predicción no podía ser cierta. Pero... ¿Y si lo fuera?...

Estaba aturdido

Se le ocurrió que sería trágico que le pasara algo al mago camino a su casa.

El rey volvió sobre sus pasos, y dijo en voz alta:

- Mago, eres famoso en el reino por tu sabiduría, te ruego que pases esta noche en el palacio pues debo consultarte por la mañana sobre algunas decisiones reales.

- ¡ Majestad!. Será un gran honor... – dijo el invitado con una reverencia.

El rey dio órdenes a sus guardias personales para que acompañaran al mago hasta las habitaciones de huéspedes en el palacio y para que custodiasen su puerta asegurándose de que nada pasara...

Esa noche el soberano no pudo conciliar el sueño. Estuvo muy inquieto pensando qué pasaría si el mago le hubiera caído mal la comida, o si se hubiera hecho daño accidentalmente durante la noche, o si, simplemente, le hubiera llegado su hora.

Bien temprano en la mañana el rey golpeó en las habitaciones de su invitado.

Él nunca en su vida había pensado en consultar ninguna de sus decisiones, pero esta vez, en cuánto el mago lo recibió, hizo la pregunta... necesitaba una excusa.

Y el mago, que era un sabio, le dio una respuesta correcta, creativa y justa.

El rey, casi sin escuchar la respuesta alabó a su huésped por su inteligencia y le pidió que se quedara un día más, supuestamente, para "consultarle" otro asunto... (obviamente, el rey sólo quería asegurarse de que nada le pasara).

El mago – que gozaba de la libertad que sólo conquistan los iluminados – aceptó...

Desde entonces todos los días, por la mañana o por la tarde, el rey iba hasta las habitaciones del mago para consultarlo y lo comprometía para una nueva consulta al día siguiente.

No pasó mucho tiempo antes de que el rey se diera cuenta de que los consejos de su nuevo asesor eran siempre acertados y terminara, casi sin notarlo, teniéndolos en cuenta en cada una de las decisiones.

Pasaron los meses y luego los años.

Y como siempre... estar cerca del que sabe vuelve el que no sabe, más sabio.

Así fue: el rey poco a poco se fue volviendo más y más justo.

Ya no era despótico ni autoritario. Dejó de necesitar sentirse poderoso, y seguramente por ello dejó de necesitar demostrar su poder.

Empezó a aprender que la humildad también podía ser ventajosa empezó a reinar de una manera más sabia y bondadosa.

Y sucedió que su pueblo empezó a quererlo, como nunca lo había querido antes.

El rey ya no iba a ver al mago investigando por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisión o simplemente para charlar, porque el rey y el mago habían llegado a ser excelentes amigos.

Un día, a más de cuatro años de aquella cena, y sin motivo, el rey recordó.

Recordó aquel plan aquel plan que alguna vez urdió para matar a este su entonces más odiado enemigo

Y sé dio cuenta que no podía seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipócrita.

El rey tomó coraje y fue hasta la habitación del mago. Golpeó la puerta y apenas entró le dijo:

- Hermano, tengo algo que contarte que me oprime el pecho

- Dime – dijo el mago – y alivia tu corazón.

- Aquella noche, cuando te invité a cenar y te pregunté sobre tu muerte, yo no quería en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte y frente a cualquier cosa que me dijeras, porque quería que tu muerte inesperada desmitificara para siempre tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban... Estoy tan avergonzado...

- Aquella noche no me animé a matarte y ahora que somos amigos, y más que amigos, hermanos, me aterra pensar lo que hubiera perdido si lo hubiese hecho.

Hoy he sentido que no puedo seguir ocultándote mi infamia.

Necesité decirte todo esto para que tú me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos.

El mago lo miró y le dijo:

- Has tardado mucho tiempo en poder decírmelo. Pero de todas maneras, me alegra, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo único que me permitirá decirte que ya lo sabía. Cuando me hiciste la pregunta y bajaste tu mano sobre el puño de tu espada, fue tan clara tu intención, que no hacía falta adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer, - el mago sonrió y puso su mano en el hombro del rey. – Como justo pago a tu sinceridad, debo decirte que yo también te mentí... Te confieso hoy que inventé esa absurda historia de mi muerte antes de la tuya para darte una lección. Una lección que recién hoy estás en condiciones de aprender, quizás la más importante cosa que yo te haya enseñado nunca.

Vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que creemos despreciables, amenazantes o inútiles... y sin embargo, si nos damos tiempo, terminaremos dándonos cuenta de lo mucho que nos costaría vivir sin aquellas cosas que en un momento rechazamos.

Tu muerte, querido amigo, llegará justo, justo el día de tu muerte, y ni un minuto antes. Es importante que sepas que yo estoy viejo, y que mi día seguramente se acerca. No hay ninguna razón para pensar que tu partida deba estar atada a la mía. Son nuestras vidas las que se han ligado, no nuestras muertes.

El rey y el mago se abrazaron y festejaron brindando por la confianza que cada uno sentí en esta relación que habían sabido construir juntos...

Cuenta la leyenda... que misteriosamente... esa misma noche... el mago... murió durante el sueño.

El rey se enteró de la mala noticia a la mañana siguiente... y se sintió desolado.

No estaba angustiado por la idea de su propia muerte, había aprendido del mago a desapegarse hasta de su permanencia en el mundo.

Estaba triste, simplemente por la muerte de su amigo.

¿Qué coincidencia extraña había hecho que el rey pudiera contarle esto al mago justo la noche anterior a su muerte?.

Tal vez, tal vez de alguna manera desconocida el mago había hecho que él pudiera decirle esto para quitarle su fantasía de morirse un día después.

Un último acto de amor para librarlo de sus temores de otros tiempos...

Cuentan que el rey se levantó y que con sus propias manos cavó en el jardín, bajo su ventana, una tumba para su amigo, el mago.

Enterró allí su cuerpo y el resto del día se quedó al lado del montículo de tierra, llorando como se llora ante la pérdida de los seres queridos.

Y recién entrada la noche, el rey volvió a su habitación.

Cuenta la leyenda... que esa misma noche... veinticuatro horas después de la muerte del mago, el rey murió en su lecho mientras dormía... quizás de casualidad... quizás de dolor... quizás para confirmar la última enseñanza del maestro.





LA ALEGORIA DEL CARRUAJE



Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice: -Salí a la calle que hay un regalo para vos.

Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo, justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy "chic". Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bordó y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo... todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.

Entonces miro por la ventana y veo "el paisaje": de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino... y digo: "¡Qué bárbaro este regalo! "¡Qué bien, qué lindo...!" Y me quedo un rato disfrutando de esa sensación.

Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.

Me pregunto: "¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?" Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve para nada.

De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinándome: -¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?

Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.

-Le faltan los caballos - me dice antes de que llegue a preguntarle.

Por eso veo siempre lo mismo -pienso-, por eso me parece aburrido.

-Cierto - digo yo.

Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro les grito:

-¡¡Eaaaaa!!

El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.

Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.

Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.

Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de nada; los caballos me arrastran a donde ellos quieren. Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.

Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.

En ese momento veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. Lo insulto: -¡Qué me hizo!

Me grita:-¡Te falta el cochero!

-¡Ah! - digo yo.

Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.

Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero a dónde ir.

Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.

Yo... Yo disfruto el viaje.

"Hemos nacido, salido de nuestra casa y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo.

A poco de nacer nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje no serviría para nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.

Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llegaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente.

El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos.

No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque... ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje. Obviamente tampoco podés descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el proyecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje..."





OBSTÁCULOS



Voy andando por un sendero.

Dejo que mis pies me lleven.

Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.

Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.

Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.

Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.

Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.

Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo

Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...

Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.

Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.

Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.

Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?

El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?



Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.



SUEÑOS DE SEMILLA



En el silencio de mi reflexión percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequeña e insignificante pero también pletórica de potencialidades.

...Y veo en sus entrañas el germen de un árbol magnífico, el árbol de mi propia vida en proceso de desarrollo.

En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después. Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol, cayendo en tierra fértil, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenándose de flores y de frutos, para poder dar lo que tienen que dar.

Cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol. Y tantas son las semillas como son los sueños secretos.

Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el tiempo de germinar, echar raíces y darse a luz, morir como semillas... para convertirse en árboles.

Árboles magníficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior, que escuchemos la sabiduría de nuestros sueños semilla.

Ellos, los sueños, indican el camino con símbolos y señales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y en los placeres, en los triunfos y en los fracasos. Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta.

Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos o en relámpagos de lucidez cegadora.

Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos... Y un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueños se transformarán en árboles, y desplegarán sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.

Nada hay que temer,... una sabiduría interior las acompaña... porque cada semilla sabe... cómo llegar a ser árbol...





UN RELATO SOBRE AMOR



Se trata de dos hermosos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él dieciocho. Vivían en un pueblito de leñadores situado al lado de una montaña. Él era alto, esbelto y musculoso, dado que había aprendido a ser leñador desde la infancia. Ella era rubia, de pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura; tenía los ojos celestes, hermosos y maravillosos..

La historia cuenta que habían noviado con la complicidad de todo el pueblo. Hasta que un día, cuando ella tuvo dieciocho y él veintitrés, el pueblo entero se puso de acuerdo para ayudar a que ambos se casaran.

Les regalaron una cabaña, con una parcela de árboles para que él pudiera trabajar como leñador. Después de casarse se fueron a vivir allí para la alegría de todos, de ellos, de su familia y del pueblo, que tanto había ayudado en esa relación.

Y vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo que significara esto. Un hacha nueva relacionaría todo con el trabajo; un pulóver tejido tampoco la convencía, pues ya le había tejido pulóveres en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo...

Decidió bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras pensando que se acercaba la fecha del aniversario.

Al pasar por una joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vidriera. Entonces recordó que había un solo objeto material que él adoraba verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que su abuelo le había regalado antes de morir. Desde chico, él guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchándolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volvía a lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche.

Ella pensó: "Que maravilloso regalo sería esta cadena de oro para aquel reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía esperar tanto.

Salió del pueblo un poco triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se había cortado desde que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar.

El dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y todavía sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No dudó. Le dijo a la peluquera:

- Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?

- Seguro - fue la respuesta.

- Entonces en tres días estaré aquí.

Regresó a la joyería, dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada.

El día del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo.

Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a la joyería. Compró allí la cadena de oro y la caja de madera. Cuando llegó a su

casa, cocinó y esperó que se hiciera la tarde, momento en que él solía regresar.

A diferencia de otras veces, que iluminaba la casa cuando él llegaba, esta vez ella bajó las luces, puso sólo dos velas y se colocó un pañuelo en la cabeza. Porque él también amaba su pelo y ella no quería que él se diera cuenta de que se lo había cortado. Ya habría tiempo después para explicárselo.

Él llegó. Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces, ella sacó de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena de oro para el reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una caja muy grande que le había traído mientras ella no estaba. La caja contenía dos enormes peinetones que él había comprado... vendiendo el reloj de oro del abuelo.

Si ustedes creen que el amor es sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no está en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su existencia.





LA TRISTEZA Y LA FURIA



En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.

Había una vez... un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.

La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...

Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.





AUTODEPENDENCIA



"Me acuerdo siempre de esta escena:

Mi primo, mucho más chico que yo, tenía tres años. Yo tenía uno doce...

Estábamos en el comedor diario de la casa de mi abuela. Mi primito vino corriendo y se llevó la mesa ratona por delante. Cayó sentado de culo en el piso llorando.

Se había dado un golpe fuerte y poco después un bultito del tamaño de un carozo de durazno le apareció en la frente.

Mi tía que estaba en la habitación corrió a abrazarlo y mientras me pedía que trajera hielo le decía a mi primo: Pobrecito, mala la mesa que te pegó, chas chas a la mesa..., mientras le daba palmadas al mueble invitando a mi pobre primo a que la imitara... Y yo pensaba: ¿...? ¿Cuál es la enseñanza? La responsabilidad no es tuya que sos un torpe, que tenés tres años y que no mirás por dónde caminás; la culpa es de la mesa. La mesa es mala.

Yo intentaba entender más o menos sorprendido el mensaje oculto de la mala intencionalidad de los objetos. Y mi tía insistía para que mi primo le pegara a la mesa...

Me parece gracioso como símbolo, pero como aprendizaje me parece siniestro: vos nunca sos responsable de lo que hiciste, la culpa siempre la tiene el otro, la culpa es del afuera, vos no, es el otro el que tiene que dejar de estar en tu camino para que vos no te golpees...

Tuve que recorrer un largo trecho para apartarme de los mensajes de las tías del mundo.

Es mi responsabilidad apartarme de lo que me daña. Es mi responsabilidad defenderme de los que me hacen daño. Es mi responsabilidad hacerme cargo de lo que me pasa y saber mi cuota de participación en los hechos.

Tengo que darme cuenta de la influencia que tiene cada cosa que hago. Para que las cosas que me pasan me pasen, yo tengo que hacer lo que hago. Y no digo que puedo manejar todo lo que me pasa sino que soy responsable de lo que me pasa porque en algo, aunque sea pequeño, he colaborado para que suceda. Yo no puedo controlar la actitud de todos a mi alrededor pero puedo controlar la mía. Puedo actuar libremente con lo que hago. Tendré que decidir qué hago. Con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que sé y aprendí, con todo eso, tendré que decidir cuál es la mejor manera de actuar. Y tendré que actuar de esa mejor manera. Tendré que conocerme más para saber cuáles son mis recursos. Tendré que quererme tanto como para privilegiarme y saber que esta es mi decisión. Y tendré, entonces, algo que viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: el coraje. Tendré el coraje de actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio. Tendré que ser libre aunque a vos no te guste. Y si no vas a quererme así como soy; y si te vas a ir de mi lado, así como soy; y si en la noche más larga y más fría del invierno me vas a dejar solo y te vas a ir... cerrá la puerta, ¿viste? porque entra viento. Cerrá la puerta. Si esa es tu decisión, cerrá la puerta. No voy a pedirte que te quedes un minuto más de lo que vos quieras. Te digo: cerrá la puerta porque yo me quedo y hace frío. Y esta va a ser mi decisión. Esto me transforma en una especie de ser inmanejable. Porque los autodependientes son inmanejables. Porque a un autodependiente solamente lo manejas si él quiere. Esto significa un paso muy adelante en tu historia y en tu desarrollo, una manera diferente de vivir el mundo y probablemente signifique empezar a conocer un poco más a quien está a tu lado.

Si sos autodependiente, de verdad, es probable que algunas personas de las que están a tu lado se vayan... Quizás algunos no quieran quedarse. Bueno, habrá que pagar ese precio también. Habrá que pagar el precio de soportar las partidas de algunos a mi alrededor y prepararse para festejar la llegada de otros (Quizás...)"





GALLETITAS



A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.

La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega.

Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!.





QUIERO



Quiero que me oigas, sin juzgarme.

Quiero que opines, sin aconsejarme.

Quiero que confíes en mi, sin exigirme.

Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi

Quiero que me cuides, sin anularme.

Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.

Quiero que me abraces, sin asfixiarme.

Quiero que me animes, sin empujarme.

Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.

Quiero que me protejas, sin mentiras.

Quiero que te acerques, sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,

que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas, que hoy,

hoy podés contar conmigo.

Sin condiciones.





AMARSE CON LOS OJOS ABIERTOS



Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos endilgarle al vínculo de pareja, este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.

Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.



Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.

Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.


Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este
proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.


Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".

Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.

Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.

Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.


Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.

"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, quizás en la versión masculina y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.



Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.





EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO



Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.

- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.





EL PORTERO DEL PROSTIBULO



No había en el pueblo un oficio peor conceptuado y peor pago que el de portero del prostíbulo. Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre?

De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque sus padres había sido portero de ese prostíbulo y también antes, el padre de su padre.

Durante décadas, el prostíbulo se pasaba de padres a hijos y la portería se pasaba de padres a hijos.

Un día, el viejo propietario murió y se hizo cargo del prostíbulo un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio.

Modificó las habitaciones y después citó al personal para darle nuevas instrucciones.

Al portero, le dijo: A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar una planilla semanal. Allí anotará usted la cantidad de parejas que entran día por día. A una de cada cinco, le preguntará cómo fueron atendidas y qué corregirían del lugar. Y una vez por semana, me presentará esa planilla con los comentarios que usted crea convenientes.

El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero.....

Me encantaría satisfacerlo, señor - balbuceó - pero yo... yo no sé leer ni escribir.

¡Ah! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto y tampoco puedo esperar hasta que usted aprenda a escribir, por lo tanto...

Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida, también mi padre y mi abuelo...

No lo dejó terminar.

Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Lógicamente le vamos a dar una indemnización, esto es, una cantidad de dinero para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte.

Y sin más, se dio vuelta y se fue.

El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. Llegó a sí casa, por primera vez desocupado. ¿Qué hacer?

Recordó que a veces en el prostíbulo, cuando se rompía una cama o se arruinaba una pata de un ropero, él, con un martillo y clavos se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta podría ser una ocupación transitoria hasta que alguien le ofreciera un empleo.

Buscó por toda la casa las herramientas que necesitaba, sólo tenía unos clavos oxidados y una tenaza mellada.

Tenía que comprar una caja de herramientas completa.

Para eso usaría una parte del dinero recibido.

En la esquina de su casa se enteró de que en su pueblo no había una ferretería, y que debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra.

¿Qué más da? Pensó, y emprendió la marcha.

A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas. No había terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta de su casa. Era su vecino.

Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme.

Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como

me quedé sin empleo...

Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.

Está bien.

A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta. Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?

No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos días de mula.

Hagamos un trato - dijo el vecino- Yo le pagaré a usted los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?.

Realmente, esto le daba un trabajo por cuatro días...

Aceptó. Volvió a montar su mula.

Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.

Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?

Sí...

Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, y una pequeña ganancia por cada herramienta. Usted sabe, no todos podemos disponer de cuatro días para nuestras compras.

El ex - portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.

"...No todos disponemos de cuatro días para compras", recordaba. Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas.

En el siguiente viaje decidió que arriesgaría un poco del dinero de la indemnización, trayendo más herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes.

La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje.

Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.

Pronto entendió que si pudiera encontrar un lugar donde almacenar las herramientas, podría ahorrar más viajes y ganar más dinero. Alquiló un galpón.

Luego le hizo una entrada más cómoda y algunas semanas después con una vidriera, el galpón se transformó en la primer ferretería del pueblo.

Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, de la ferretería del pueblo vecino le enviaban sus pedidos. Él era un buen cliente.

Con el tiempo, todos los compradores de pueblos pequeños más lejanos preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.

Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los martillos.

Y luego, ¿por qué no? Las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos.....

Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. El empresario más poderoso de la región.

Tan poderoso era, que un año para la fecha de comienzo de las clases, decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñaría además de lectoescritura, las artes y loas oficios más prácticos de la época.

El intendente y el alcalde organizaron una gran fiesta de inauguración de la escuela y una importante cena de agasajo para su fundador. A los postres, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad y el intendente lo abrazó y le dijo:

Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primer hoja del libro de actas de la nueva escuela.

El honor sería para mí - dijo el hombre -. Creo que nada me gustaría más que firmar allí, pero yo no sé leer ni escribir. Yo soy analfabeto.

¿Usted? - dijo el intendente, que no alcanzaba a creerlo - ¿Usted no sabe leer ni escribir? ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera hecho si hubiera sabido leer y escribir?

Yo se lo puedo contestar - respondió el hombre con calma -. Si yo hubiera sabido leer y escribir... sería portero del prostíbulo!.





LA MIRADA DEL AMOR



El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.

Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.

A su regreso, el rey fue informado de la situación.

-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre!! Es maravillosa!

Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.

-¡Parecen ricos!-dijo el rey.

-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.

-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta.¿no es fantástica?

Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.

Sentado con su amigo más confidente, le decía:

-Nunca se portó como una reina…¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.





LA CIUDAD DE LOS POZOS



Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta.

Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes ...pero pozos al fin.

Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.

La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.

Un día llegó a la ciudad una "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.

Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de cosas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas , pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.

Pasó el tiempo.

La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más.

Los pozos no eran todos iguales así que , si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior...

Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.

No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.

Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera , pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad...

Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.

Pronto se dio cuenta que todo lo que tenia dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido...

Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego , cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.

vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho...

Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro , y muy en el fondo encontró agua!!!.

Nunca antes otro pozo había encontrado agua...

El pozo supero la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera.

La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar.

Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto , en tréboles, en flores, y en troquitos endebles que se volvieron árboles después...

La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar "El Vergel".

Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que buscar en el interior, hacia lo profundo... Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse.

Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas...

En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío...

Y también empezó a profundizar...

Y también llegó al agua...

Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo...

-¿Qué harás cuando se termine el agua?- le preguntaban. -No sé lo que pasará- contestaba- Pero, por ahora, cuánto más agua saco , más agua hay. Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento.

Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma...Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.

Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente , como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:

La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar...





UN LUGAR EN EL BOSQUE



Esta historia nos cuenta de un famoso rabino jasídico: Baal Shem Tov.

Baal Shem Tov era conocido dentro de su comunidad porque todos decían que él era un hombre tan piadoso, tan bondadoso, tan casto y tan puro que Dios escuchaba sus palabras cuando él hablaba.


Se había hecho una tradición en este pueblo:

Todos los que tenían un deseo insatisfecho o necesitaba algo que no habían podido conseguir iban a ver al rabino.


Baal Shem Tov se reunía con ellos una vez por año, en un día especial que él elegía. Y los llevaba a todos juntos a un lugar único, que él conocía, en medio del bosque. Y una vez allí, cuenta la leyenda, que Baal Shem Tov armaba con ramas y hojas un fuego de una manera muy particular y muy hermosa, y entonaba después una oración en voz muy baja... como si fuera para él mismo.


Y dicen...

que Dios le gustaban tanto esas palabras que Baal Shem Tov decía, se fascinaba tanto con el fuego armado de esa manera, quería tanto a esa reunión de gente en ese lugar del bosque...

que no podía resistir el pedido de Baal Shem Tov y concedía los deseos de todas las personas que ahí estaban.

Cuando el rabino murió, la gente se dio cuenta de que nadie sabía las palabras que Baal Shem Tov decía cuando iban todos juntos a pedir algo...


Pero conocían el lugar en el bosque. Sabían cómo armar el fuego.


Una vez al año, siguiendo la tradición de Baal Shem Tov había instituido, todos los que tenían necesidades y deseos insatisfechos se reunían en ese mismo lugar en el bosque, prendían el fuego de la manera en que habían aprendido del viejo rabino, y como no conocían las palabras cantaban
cualquier canción o recitaban un salmo, o sólo se miraban y hablaban de cualquier cosa en ese mismo lugar alrededor del fuego.


Y dicen...

que Dios gustaba tanto del fuego encendido, gustaba tanto de ese lugar en el bosque y de esa gente reunida...

que aunque nadie decía las palabras adecuadas, igual concedía los deseos a todos los que ahí estaban.

El tiempo ha pasado y de generación en generación la sabiduría se ha ido perdiendo...


Y aquí estamos nosotros.

Nosotros no sabemos cuál es el lugar en el bosque.

No sabemos cuáles son las palabras.

Ni siquiera sabemos cómo encender

el fuego a la manera que Baal Shem Tov lo hacía...


Sin embargo hay algo que sí sabemos:

Sabemos esta historia,

Sabemos este cuento...

Y dicen...

que Dios adora tanto este cuento...

que le gusta tanto esta historia...

que basta que alguien la cuente...

y que alguien la escuche...

para que Él, complacido,

satisfaga cualquier necesidad

y conceda cualquier deseo

a todos los que están compartiendo este momento...

Amén... (Así sea...)





EL MAESTRO SUFI

El Maestro sufi contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma...

- Maestro – lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado...

- Pido perdón por eso. – Se disculpó el maestro – Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.

- Gracias maestro.- respondió halagado el discípulo

- Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?

- Sí. Muchas gracias – dijo el discípulo.

- ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?...

- Me encantaría... Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro...

- No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte...

- Permíteme que te lo mastique antes de dártelo...

- No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! Se quejó, sorprendido el discípulo.

El maestro hizo una pausa y dijo:

- Si yo les explicara el sentido de cada cuento... sería como darles a comer una fruta masticada



SIN NOMBRE

Un señor muy creyente sentía que estaba cerca de recibir una luz que le iluminara el camino que debía seguir. Todas las noches, al acostarse, le pedía a Dios que le enviara una señal sobre cómo tenía que vivir el resto de su vida.

Así anduvo por la vida, durante dos o tres semanas en un estado semi-místico buscando recibir una señal divina.

Hasta que un día, paseando por un bosque, vio a un cervatillo caído, tumbado, herido, que tenía una pierna medio rota. Se quedó mirándolo y de repente vio aparecer a un puma. La situación lo dejó congelado; estaba a punto de ver cómo el puma, aprovechándose de las circunstancias, se comía al cervatillo de un sólo bocado.







Entonces se quedó mirando en silencio, temeroso también de que el puma, no satisfecho con el cervatillo, lo atacara a él. Sorpresivamente, vio al puma acercarse al cervatillo. Entonces ocurrió algo inesperado: en lugar de comérselo, el puma comenzó a lamerle las heridas.

Después se fue y volvió con unas pocas ramas humedecidas y se las acercó al cervatillo con la pata para que éste pudiera beber el agua; y después se fue y trajo un poco de hierba húmeda y se la acercó para que el cervatillo pudiera comer.

Increíble.

Al día siguiente, cuando el hombre volvió al lugar, vio que el cervatillo aún estaba allí, y que el puma otra vez llegaba para alimentarlo, lamerle las heridas y darle de beber.

El hombre se dijo:

Esta es la señal que yo estaba buscando, es muy clara. "Dios se ocupa de proveerte de lo que necesites, lo único que no hay que hacer es ser ansioso y desesperado corriendo detrás de las cosas".

Así que agarró su atadito, se puso en la puerta de su casa y se quedó ahí esperando que alguien le trajera de comer y de beber.

Pasaron dos horas, tres, seis, un día, dos días, tres días... pero nadie le daba nada.

Los que pasaban lo miraban y él ponía cara de pobrecito imitando al cervatillo herido, pero no le daban nada.

Hasta que un día pasó un señor muy sabio que había en el pueblo y el pobre hombre, que estaba muy angustiado, le dijo:

- Dios me engañó, me mandó una señal equivocada para hacerme creer que las cosas eran de una manera y eran de otra. ¿Por qué me hizo esto? Yo soy un hombre creyente...

Y le contó lo que había visto en el bosque.

El sabio lo escuchó y luego dijo:

- Quiero que sepas algo. Yo también soy un hombre muy creyente.

Dios no manda señales en vano. Dios te mandó esa señal para que aprendieras.

El hombre le preguntó:

- ¿Por qué me abandonó?

Entonces el sabio le respondió:

- ¿Qué haces tú, que eres un puma fuerte y listo para luchar, comparándote con el cervatillo?

Tu lugar es buscar algún cervatillo a quien ayudar, encontrar a alguien que no pueda valerse por sus propios medios.









ESTRELLITAS Y DUENDES



"En el país de los cuentos había una vez un pequeño duende. Un duende muy travieso que siempre andaba riendo y saltando de un lado para otro... Vivía en una casita toda rodeada de montañas. A su lado, un pequeño río que discurría placidamente por la falda de la ladera describiendo un paisaje difícil de imaginar.......... Lo que mas gustaba al duendecillo era ver como cada mañana, con los primeros rayos de sol, todas las flores de su jardín iban abriendo una por una sus hojas..... Uno de aquellos días, como muchos otros, salió a pasear a la montaña. Y caminando entre las rocas encontró una flor: era una flor preciosa, nunca había visto otra de igual belleza. Le había cautivado tanto que paso toda la tarde mirándola. Era maravilloso verla cuando se contorneaba cada vez que el viento acariciaba sus hojas............. Al siguiente día y al siguiente, y al otro, volvió para estar a su lado y mirarla. Un día como tantos otros, nuestro duendecillo vio como de una de sus hojas caía una pequeña lagrima. No entendía como la flor más maravillosa del mundo podía estar triste. Se acercó a ella y le pregunto: -"?Por que lloras?". -Y contesto la flor: "me siento triste aquí entre las rocas, sin nadie que me mire salvo tu. Me gustaría vivir en un jardín como el tuyo y ser una mas de entre las flores. Además, te concederé el deseo que mas quieras si me llevas allí". Fue entonces, cuando el pequeño duende la tomo entre sus manos y con todo el cariño del mundo la planto en el lugar mas bonito de su jardín........... Una vez cumplido el deseo, la flor le dijo al duendecillo: - "Y bien, ahora que me has llenado de felicidad al traerme aquí, ?que es lo que mas deseas en este mundo?". Y el duendecillo entonces, la miro fijamente y contesto : - "Quiero ser flor como tu para sentirme por siempre a tu lado". Y colorín colorado, en el país de los cuentos, el final ha llegado.





SIN QUERER SABER



Y si es cierto que has dejado de quererme...

yo te pido,

¡por favor,

no me lo digas!

Necesito por hoy

y todavía

navegar

inocente en tus mentiras...

Dormiré sonriendo

y muy tranquilo.

Me despertaré

bien temprano en la mañana.

Y volveré a hacerme a la mar,

te lo prometo...

Pero esta vez...

sin atisbo de protesta o resistencia

naufragaré por voluntad y sin reservas

en la profunda inmensidad de tu abandono...





SIN NOMBRE 2

En un oasis escondido entre los mas lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo ELIAHU de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras.

Su vecino HAKIM, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a ELIAHU transpirando, mientras parecía cavar en la arena.

-Que tal anciano? La paz sea contigo.

-Contigo- contesto ELIAHU sin dejar su tarea.

-Que haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?

-Siembro- contesto el viejo.

-Que siembras aquí, ELIAHU?

-Dátiles -respondió ELIAHU mientras señalaba a su alrededor el palmar.

-Dátiles!!!- repitió el recién llegado, y cerro los ojos como quien escucha la mayor estupidez.

-El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.

-No debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos...

-Dime, amigo: Cuantos años tienes?

-No se... sesenta, setenta, ochenta, no se... lo he olvidado... pero eso que importa?

-Mira amigo, los datileros tardan mas de 50 años en crecer y recién después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los 101 años, pero tu sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.

-Mira Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto... y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.

-Me has dado una gran lección, ELIAHU, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste - y diciendo esto, HAKIM le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.

-Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves , a veces pasa esto: tu me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. parecía cierto y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseche una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

-Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y es quizás mas importante que la primera. déjame pues que pague esta lección con otra bolsa de monedas.

-Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de monedas-: sembré para no cosechar y antes de terminar de sembrar ya coseche no solo una, sino dos veces.

-Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que no me alcance toda mi fortuna para pagarte...





CODICIA



Cavando, para montar un cerco que separara mi terreno de el de mi vecino, me encontré enterrado en mi jardín, un viejo cofre lleno de monedas de oro.

A mi no me interesó por la riqueza, me interesó por lo extraño del hallazgo, nunca he sido ambicioso y no me importan demasiado los bienes materiales, pero igual desenterré el cofre.

Saqué las monedas y las lustré. Estaban tan sucias las pobres...

Mientras las apilaba sobre mi mesa prolijamente, las fui contando...

Constituían en sí mismas una verdadera fortuna. Solo por pasar el tiempo, empecé a imaginar todas las cosas que se podrían comprar con ellas.

Pensaba en lo loco que se pondría un codicioso que se topara con semejante tesoro. Por suerte, por suerte...no era mi caso...

Hoy vino un señor a reclamar las monedas, era mi vecino. Pretendía sostener en un miserable que las monedas las había enterrado su abuelo, y que por lo tanto le pertenecían a él.

Me dio tanto fastidio que lo maté...

Si no lo hubiera visto tan desesperado por tenerlas, se las hubiera dado, porque si hay algo que a mí no me importa son las cosas que se compran con dinero, eso sí, no soporto la gente codiciosa...